La madre y las hijas de Luis Rubiales

S.J. UVE


Para darle más color y jarana al tema del momento, resulta que ahora la madre del ínclito Rubiales se pone en huelga de hambre porque dice que hay una cacería contra su hijo: ole y ole, con dos cojones. Eso es una madre.

A ver, señora, su hijo, con independencia del "piquito" es un buen pájaro.Repito, con independencia de.

Para llegar a ser Presidente de la Federación, los favores que tienes que pagar, favores que luego recogerás..., la cantidad ingente de contactos, de "compra de voluntades", etc, otro día lo hablamos.

Su hijo, fue grabado en una conversación con Piqué, espero que la haya escuchado, felicitando al martillo de Shakira, no por otro motivo que por las comisiones conseguidas por llevar competiciones a Arabia Saudí, país que, visto las perlas que suelta su vástago por la boca, le vendría de perlas para vivir.

Al menos, como él dijo, consiguió aseos para las mujeres, bravo.

Para mí lo bueno de todo esto es que hace años, esto del beso se hubiese visto como una gracia, hoy no. Y ello se debe en gran parte al feminismo sano, que existe, créame. Y también existe feminismo rancio, claro, en menor medida, porque sí, también existen mujeres que odian a los hombres por el hecho de serlos; ellas sabrán.

Porque sí, claro que hay hombres buenos, muchos, y claro que existen mujeres (las menos quiero pensar), que aprovechan las leyes que las defienden para sacar tajada, para obtener beneficios e incluso para amargarle la vida a los hombres, buenos, que también existen, como existen, repito, mujeres malas.

Porque resulta, que la maldad o bondad de las personas no va ni en el género, ni en su religión, ni en su posición económica, ni, ni, no, va en las personas.

Vivimos en una sociedad machista, eso es indiscutible, machistas lo somos incluso sin creerlo (yo he puesto arriba sobre la madre de Rubiales "con dos cojones...") Afortunadamente se están dando pasos en ese sentido, pero son siglos de vivir en un mundo por y para los hombres.

A ver para cuando, señora, una presidenta de la Federación, una seleccionadora nacional, una suma pontífice, una, una..

Porque mire, no puedo negarle que cuando veo el beso en sí, sin más, solo eso, una parte de mí piensa que quizás, quizás no fuera para tanto revuelo. Pero ese beso lleva detrás toda una carga de poder, él sabe que es el jefe, sabe de su superioridad, está en la cima, nadie por encima, hasta ahora...

Pero lo más lamentable, para mí, fue esa reunión donde van sus hijas y suelta una retahíla de estupideces, de tonterías, de machismo, ese sí, rancio al cubo para justificarse que dsna pena. ¿Hacía falta ese numerito? ¿Así ha educado a sus hijas? Uf...

Y por último, una pregunta me surge para centrarnos, ahora sí, solo en el beso, solo en la celebración. Imaginemos que se da la misma situación pero somos campeones del mundo en fútbol masculino: ¿hubiese besado su hijo a un futbolista? De ser la respuesta: no, la siguiente pregunta es, ¿por qué no?

Sí, claro que vivimos en una sociedad machista, y no voy hablar de los directores de empresas, mandos en las grandes corporaciones, jerarquías eclesiásticas, brechas salariales, mujeres asesinadas, no, mejor un ejemplo de esta misma mañana desayunando en la mesa de al lado, donde un contertulio le decía a otro: "seguro que a la Jenny esa le va la marcha"...