¿Por qué, zeñó, por qué Dios mío?

S.J. UVE


S. J.

Se pregunta la gente por la calle viendo cómo, de momento, los pasos del domingo no pudieron salir a la calle ¿Por qué, se preguntan desconsolados?

Yo, que no creo en un Dios, aunque a pesar de ello cuando el avión se mueve más de la cuenta o cuando un familiar enferma rezo al más allá, yo, como decía, que no creo en un Dios aunque sí creo que existió un personaje fascinante llamado Jesús, no puedo evitar pensar por qúe, por qué con la sequía tan devastadora que estamos sufriendo justo la semana de pasión tiene que llover, ¿por qué?

Y ya puestos a creer en lo divino, me da por pensar que ese "Dios" quizás, solo quizás, esté tratando de decirnos algo.

¿Pudiera ser que nos trate de decir que estamos haciendo cosas mal, muchas cosas mal? "Amarás al prójimo como a ti mismo", decía. ¿Lo hacemos?

¿Pudiera ser que nos ama tanto que nos dice que el agua es más importante que mi exhibición desenfrenada por las calles?

¿Saben muchos de los que lloran, de los que se lamentan, que ese personaje histórico es lo más parecido al revolucionario que hoy día criticarían?

¿Pudiera ser que ese Dios esté pelín enfadado por las miles y las miles de muertes que se producen en el atlántico o el mediterráneo de personas que lo único que hacen es huir de la pobreza, la miseria y las guerras como haríamos todos?

¿Saben muchos de los enchaquetados, de los de misa a las 12, de las de mantilla y traje, de los que se meten debajo de un paso, que un inmigrante es un ser humano, que su vida importa tanto como la de cualquiera, que miles de mujeres mueren asesinadas, que las "paguitas" ayudan a personas que lo necesitan, que hay gente que no trabaja porque no puede, que el hábito no hace al monje o que si ese Jesús estuviera en la tierra si iría antes a tomar un café con el que miramos tirado en un cartón en la calle que con ellos?

A lo mejor, también está pelín mosca porque ve cómo nos estamos cargando en planeta entre todos, como algunos niegan el cambio climático, pelín enfadado por ver cómo se extinguen cientos y cientos de especies animales, pelín enfadado por ver como algunos en su nombre hacen guerras, pelín enfadado por ver como decenas de palestinos mueren de hambre, de sed, de enfermedades porque el gobierno asesino de Israel los masacra impunemente a la vez que observa atónito y riéndose cómo muchos, muchísimos de los que lo veneran dicen "Es que Israel tiene derecho a defenderse"

¿Puede ser que no esté de acuerdo con el racismo, con los ataques al negro, al moro, a la mujer, al "maricón", o pudiera ser que se avergüenza de muchos de los que se ponen un crucifijo en el cuello a la salida de una iglesia?

Sí, lo más parecido a un revolucionario era ese Jesús de Nazaret, que protegía al mismo que hoy miramos con desdén por la calle, que no tiene nada que ver con la fiesta montada a su alrededor porque la vida no es una semana de pasión sino un día a día para intentar ser más empáticos con el otro, más generoso con el necesitado, más nobles con el que sufre.

Nada que ver con esos políticos que lo veneran y al mismo tiempo miran para otro lado con la miseria del que hoy es, igual que lo era él, un inmigrante que huye.

No sé, lo mismo es que no anda feliz.