- Septiembre, volvemos al cole. Podríamos hablar de aquello de que la enseñanza básica es obligatoria y gratuita (art. 27 de la CE), de dudosa verosimilitud....pero no.

Hablemos del tan de moda "acoso escolar o bullying".

No quiero ni imaginar el infierno que debe sentir un crío al que le da pánico ir al colegio por miedo a ser acosado.

Aún recuerdo de pequeño lo mal que dormía cuando había discutido o peleado con algún otro niño y tenía que verlo al día siguiente, y no era acoso, era simplemente "cosas de niños".

Lo actual tiene otras connotaciones, hablamos incluso del suicidio.

La primera pregunta que me surge al respecto es la siguiente: ¿esto es algo actual o cuando íéramos pequeños ya existían estas cosas y no nos enterábamos? ¿Existía pero en un número muy inferior al actual?

Si analizamos el hecho desde la perspectiva del esquema dominio-sumisión y asumiendo que el ser humano es agresivo por naturaleza, ¿qué podemos hacer?

Someter al semejante por un evidente desequilibrio de fuerzas, ¿causa placer?..

Mi opinión es que en nuestro mundo actual los modelos de violencia no dejan de multiplicarse. Y ¡ojo!, que también existe el maltrato de los alumnos hacia profesores.

Las causas pueden ser múltiples y variadas, pero no me creo que los niños de ahora sean más "malos" que los de mi generación. O sea, no atribuyo el incremento de casos de acoso a la genética, sino a la educación.

Cuando nuestra sociedad tiene y mantiene los estereotipos de fealdad y belleza como algo sacro e impone una obligación a encajar en ellos (¿les suena la bulimia y la anorexia?); cuando el ejemplo de los adultos: "la palabra convence pero el ejemplo arrastra", es lastimoso (dejé de ir a ver fútbol en infantiles y cadetes porque sentía vergüenza ajena por los insultos de los padres al árbitro, otro niño, delante de sus hijos);cuando la competitividad y la agresividad son valores aceptados socialmente (frase el otro día de una niña de 14,15 años a su amiga:"pues a mí me encanta que mi novio sea celoso y se enfade cuando me miran"); cuando los niños crecen solo frente a las pantallas de la televisión o de los ordenadores, en muchos casos con juegos de tal violencia que asusta; cuando muchos padres prefieren que hagan eso por tal de estar ellos un rato cómodos:"me agotan los niños".

Cuando todo eso ocurre, y en una sociedad donde ni los políticos dan ejemplo con sus insultos y mentiras constantes, cuando la televisión se ha convertido en un arma de destrucción masiva, cuando los padres no educan en el respeto (el otro día unos niños me salpicaron agua y arena en la playa ante las indiferencia de sus padres),cuando las tensiones matrimoniales, la situación socioeconómica o unos padres agresivos hace que los niños crezcan en familias desestructuradas, cuando muchos profesores miran hacia otro lado cuando ven el acoso (yo creo que no podría), cuando llamas a un padre porque su hijo acosa y el padre te dice que más vale eso a que acosaran a su hijo..., cuando todo esto ocurre, pretender que en esta sociedad enferma crezca niños sanos me parece un ejercicio de cinismo sublime.

Pero aquí ya hablaríamos otra vez del amigo Antístenes y de él ya hablamos la semana pasada. Ojalá me equivoque, pero solo veo un empeoramiento del tema, repito: ojalá me equivoque.