- sábado 04 mayo 2024
La Audiencia de Algeciras da por probado que realizó tocamientos a la entonces menor y que se mostraba desnudo delante de ella.
Se extiende en el rostro del 80 por ciento de los adolescentes de entre 13 y 18 años y eliminarlo supone, en muchos casos, una ardua tarea. De las garras del acné casi nadie se libra, pero si además no se siguen unas medidas básicas de higiene, las marcas pueden quedarse con nosotros de por vida. Al margen de los tratamientos, tanto farmacológicos como estéticos, mucho se ha especulado sobre el papel que juegan ciertos alimentos a la hora de favorecer o, por el contrario, frenar su desarrollo. Chocolate, chorizo y, en definitiva, productos grasos parecen ser el mejor caldo de cultivo para que el acné alcance su máximo explendor. Sin embargo, los especialistas relativizan estas creencias.
Esta afección de carácter temporal «se desarrolla por un exceso de producción sebácea que, a su vez, está influida por andrógenos y otros mediadores hormonales que están relacionados con determinados elementos de la dieta», explica Eduardo Iglesias Gutiérrez, profesor adjunto del Departamento de Ciencias Farmacéuticas y de la Alimentación de la Facultad de Farmacia de la Univeridad San Pablo-CEU de Madrid. En esta misma línea se sitúa la doctora Aurora Guerra, jefa de la Sección de Dermatología del Hospital Universitario Doce de Octubre de Madrid, quien añade que, «aunque no existe ningún alimento que haga que aparezca o persista el acné, en las personas con síndrome metabólico –debido a la alteración en el metabolismo de las hormonas– una dieta hipocalórica pobre en grasas lo mejora».
Más allá de los alimentos grasos como los dulces y los embutidos, la última novedad en mitos sobre el acné se ha centrado en la leche y, en concreto, con la desnatada. Para Iglesias, «esto pondría de manifiesto que el contenido graso de la leche no está relacionado con el acné». Sin embargo, continúa el experto, «algunos autores han observado que las hormonas presentes en la leche podrían resistir los tratamientos tecnológicos, especialmente el térmico, y los procesos digestivos, afectando a la producción sebácea de los folículos». Ante esta perspectiva, la doctora Guerra es tajante: «Han salido muchos trabajos sobre la ingesta de leche y el desarrollo del acné, pero ninguno de ellos tienen una evidencia científica que lo demuestre». Sin embargo, «esto no quiere decir que beber leche produzca acné, sino que en individuos con una cierta predisposición a desarrollar esta patología, se debe tener en cuenta el consumo de estos alimentos, por otra parte básicos en el conjunto de una dieta saludable», matiza Iglesias.
De nada sirve restringir
Para tratar el acné desde el punto de vista nutricional, el doctor José Carlos Moreno, vicepresidente de la Asociación Española de Dermatología y Venerología (AEDV), y jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Reina Sofía de Córdoba, insiste en que «de nada sirve hacer una dieta restrictiva. Aunque sí es cierto que algunos pacientes notan que empeoran con determinados alimentos, son una minoría que no alcanza ni el dos por ciento, por lo que de nada serviría hacer un menú especial para el 80 por ciento restante».
El abuso de alimentos con alto índice glucémico produce, según Iglesias, «un aumento de la concentración plasmática de insulina, lo cual estimula la produccións sebácea y eleva la concentración de andrógenos, contribuyendo al acné». Por ello, la medida más eficaz para mantener, en la medida de lo posible, a raya las espinillas reside en «una dieta equilibrada, sana y variada, rica en frutas y verduras, pero sin abusar de los alimentos grasos o con una elevada carga glucémica, al igual que los procesados o refinados», recomienda Guerra. Por tanto, apostar por una dieta «alta en fibra y baja en lípidos disminuye las concentraciones de andrógenos y otros mediadores hormonales relacionados con el acné», matiza Iglesias.
Efecto reparador
Dado que la piel se renueva cada cierto tiempo, resulta esencial mantener equilibrados todos los nutrientes que interfieren en este proceso. En este sentido, la vitamina A o retinol contribuye, entre otras funciones, a reparar la piel por lo que, según Moreno, «aumentar la ingesta de alimentos ricos en esta vitamina no es una panacéa, pero ayuda». Asimismo, incluir en la dieta diaria antioxidantes en forma de fruta y verdura es otra alternativa a tener en cuenta de cara al tratamiento del acné aunque, según Moreno, «sus efectos quedan desplazados por el efecto de la vitamina A». Mantener una ingesta adecuada de agua que oscile entre el litro y medio y los dos al día es determinante para que el organismo esté bien hidratado y, además, mejore el estado de la piel. Sin embargo, «no hay que caer en el mito de que beber mucha agua mejora el acné. Hay que tomar la necesaria porque, y aunque esto es aplicable para personas con o sin acné, si hay un exceso de agua el riñón termina por perder su capacidad de filtrar», advierte Guerra. Sin embargo, Moreno insiste en que si no se toma la suficiente, «se suda más y la piel se enrojece».
Suplemente, Suplemente, por Miguel Ángel Almodóvar
No se trata de una enfermedad grave en sí misma, pero al ser un problema que perjudica directamente la estética de la persona, acarrea, con harta frecuencia, problemas psicológicos de inseguridad, angustia y baja autoestima. Para combatirlo, la dieta es fundamental, pero siempre orientada a los suplementos nutricionales. En el desayuno, MSM o metilsulfonilmetano, componente azufrado que hace las células más permeables y receptivas a los nutrientes, al tiempo que ayuda a eliminar toxinas y desechos. Además, antes de las dos principales comidas y con un gran vaso de agua, lactobacilo acidófilus, bacterias probióticas y antibióticos naturales. En el desayuno y en la cena, perlas de omega-3 de aceite de mamífero marino, para flexibilizar los glóbulos rojos y que de esta forma puedan atravesar el fino filtro que son los capilares, llegar a sus objetivos y nutrir bien la piel. Y, punto final, Sal de Schüssler número 10, Natrium sulfuricum.
VALENCIA- Un hombre de 34 años y nacionalidad guineana fue detenido en la provincia de Valencia por, supuestamente, violar a una niña de 14 años y abusar de una mujer vecina de la menor unos días antes. Ambas víctimas residen en la misma urbanización en la comarca de la Ribera.
Los hechos sucedieron hace dos semanas. Una vecina de dicha zona presentó una denuncia después de que un hombre abusara de ella cerca del chalé donde vivía. Debido a la resistencia de la mujer, el agresor no pudo ir más allá de unos tocamientos
La Guardia Civil de la zona comenzó una investigación, pero nada se sabía del presunto agresor excepto su color de piel y que no era español.
Cuando se creía que el hombre iba a quedar impune, éste cometió un error, violó a una niña de apenas 14 años en la misma zona. La menor, lejos de amedrentarse por la horrible situación vivida, fue capaz de realizar una extensa declaración sobre lo sucedido y de dar una descripción del hombre que la había agredido.
La sorpresa saltó cuando dicha descripción era igual que otra de la semana anterior. El puesto del Instituto Armado en la comarca de la Ribera puso los hechos en conocimiento del Grupo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Valencia.
Los agentes, a través de las declaraciones de las víctimas y de las pruebas biológicas halladas en éstas, lograron encontrar a un hombre que cuadraba con la descripción aportada.
En una rueda de reconocimiento, ambas víctimas identificaron al hombre como la persona que las había agredido. El detenido pasó a disposición judicial el lunes y el juez ordenó el ingreso en prisión.