El 1 de enero de 2006 entró en vigor en España la prohibición de fumar en sitios públicos. Más de tres años después, las medidas sanitarias frente al tabaquismo han dado sus frutos. Tal y como revela un nuevo estudio liderado por investigadores del Instituto Catalán de Oncología (ICO), la proporción de trabajadores con una alta dependencia a la nicotina se ha reducido a la mitad tras la ley. Todos los efectos observados en la investigación que aparece este mes en la revista «Nicotine and Tobacco Research» son «significativamente mejores» en los camareros de locales donde se ha prohibido fumar totalmente que en aquellos que trabajan en espacios con zonas para fumadores o que carecen de restricciones al respecto. «Cambiar la prohibición parcial del consumo de tabaco en la hostelería por una prohibición completa tendría efectos beneficiosos para la salud de todos los trabajadores de este sector», apunta Esteve Fernández, uno de los autores del estudio e investigador del ICO.
Los resultados confirman que un 5 por ciento de los camareros ha dejado de fumar y que, entre los que continúan fumando, el número de cigarrillos consumidos se ha reducido en casi un 9 por ciento (casi dos cigarrillos al día). Además, la concentración en la saliva de cotinina, un metabolito de la nicotina utilizado para medir la exposición al humo activo y, sobre todo, al pasivo, se ha reducido un 4,4 por ciento. En total, se han analizado a 431 trabajadores de la hostelería (la mitad de ellos fumadores) desde tres meses antes de la entrada en vigor de la ley hasta dos años después. Los científicos han tomado datos de cinco comunidades autónomas: Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia e Islas Baleares.