Aunque es lícito que el barcelonismo saque la calculadora para saber qué combinaciones en las dos últimas jornadas meterían al Barça en octavos de la Champions, en el vestuario azulgrana sólo hay un grito al unísono: "¡Pasaremos!". A diferencia de la mayoría de regresos continentales, en que los hombres de Pep Guardiola vuelan a Barcelona justo después del partido, esta vez tuvieron tiempo para hacer una puesta en común y repasar las asignaturas pendientes tanto en la cena posterior al encuentro como en el maratoniano viaje desde Kazan. Y el sentimiento unánime entre jugadores, cuerpo técnico y directivos es que el equipo está más que capacitado para ganar al Inter el martes 24 en casa y al Dinamo en Kiev el 9 de diciembre.
En las conversaciones que han mantenido desde el empate sin goles contra el Rubin, todos admiten la dificultad que entraña pasar a octavos de final pero el análisis en frío del escenario que se le presenta al Barça les hace estar plenamente convencidos de que la calidad se acabará imponiendo. ¿Por qué están tan confiados? Por varios motivos. El primero de ellos porque saben que son mejores que Inter y Dinamo. En ningún caso, hay soberbia en el discurso que preside las charlas en 'petit comité' de los jugadores y técnicos. Se remiten simplemente a los encuentros disputados ante los campeones de Italia y Ucrania.
En Milán, el Barça demostró su superioridad tras acorralar a su rival en el área de Julio César. Los azulgrana quisieron ganar y sólo les faltó el gol, mientras los de Jose Mourinho sólo jugaron a no perder. Los pupilos de Guardiola son conscientes de que el panorama puede ser el mismo en el Camp Nou, dado que el Inter no necesita el triunfo. Perdiendo en Barcelona, seguiría dependiendo de sí mismo y se clasificaría ganando al Rubin en el Giuseppe Meazza.
Otro argumento que lleva al vestuario azulgrana a no perder la calma es que la mala suerte no puede estar persiguiendo eternamente al Barça de les Cinc Copes. En los 17 partidos celebrados hasta la fecha, ya son 11 los remates que se han estrellado en el palo y eso, sin la facilidad realizadora del curso pasado, puede pagarse caro. En el doble enfrentamiento ante el Rubin, la madera negó los goles de Ibrahimovic (uno en Barcelona y otro en Rusia) y Touré (uno en el Estadi). En condiciones normales, alguna de las ocasiones habría entrado y el horizonte estaría ahora más despejado para los intereses barcelonistas.
Una tercera razón que mantiene la fe en la plantilla es el 'factor Camp Nou'. El coliseo azulgrana se vestirá de gala y creará una atmósfera totalmente opuesta a la vivida ante el Rubin, cuando se registró la peor entrada de la temporada (55.930). La última semana de noviembre, los 'culés', como los jugadores, estarán enchufadísimos. El martes 24 vendrá el Inter y el domingo 29 le tocará el turno al Real Madrid el día del 110 aniversario del club. El barcelonismo cumplirá y el equipo, con Messi a la cabeza, no quiere fallarle. Si bien la votación del Balón de Oro ya estará cerrada, aún podría tener opciones de sumar más apoyos para el FIFA World Player. Muchos factores juegan a favor del Barça. Sólo resta confirmarlos en los próximos 180 minutos.
[+] La afición azulgrana también es optimista
