Sevilla
El entrenador del Sevilla, Manolo Jiménez, ha asegurado hoy que el conjunto nervionense "está rabioso por lavar la imagen" ofrecida en el debut liguero de la semana pasada ante el Valencia, que se saldó con derrota hispalense por 2-0. Y es que el parón liguero de esta semana no ha hecho sino incrementar las ganas que tienen los sevillistas de intentar lograr su primer triunfo del nuevo curso, con el Zaragoza, rival que visitará el Pizjuán en la segunda jornada del campeonato, como objetivo. "Este descanso se va a hacer muy largo, porque estamos deseando que comience la competición para lavar la imagen que dimos en Valencia, que no es la nuestra ni la que queremos dar. Cuando tienes la sensación de no haber hecho bien las cosas, el equipo está rabioso por hacerlas bien. Se puede perder, pero cuando lo haces por no hacer nada para ganar, es doloroso", indica.
"A todo el mundo le gusta que le reconozcan su trabajo"
En lo personal, el técnico dejó de lado las críticas que, una vez más, ha dirigido contra él un sector del sevillismo. "No me importan siempre que consigamos el objetivo y que vengan desde el respeto y la deportividad. Todos podemos disfrutar de un año muy bonito. Además, haga lo que haga, siempre me van a exigir más, y me encanta que se me siga exigiendo para mejorar y crecer", espetó. Con todo, admitió que le agradaría ver reconocida la labor que lleva a cabo al frente del primer plantel. "Si digo que no me importan --indicó sobre esas críticas-- soy un mentiroso. A todo el mundo le gusta que le reconozcan su trabajo y, cuando éste es tan nefasto como en Valencia, estás sujeto a las críticas. Puedes poner a Palop de mediocentro y, si ganas la Liga, puede que no te critiquen, pero sin lugar a dudas, es criticable", añadió.
Además, Jiménez fue más allá y recordó que este debate se podría haber cerrado "cuando había muchos que no apostaban nada porque el Sevilla fuese tercero", posición en la que el equipo cerró el pasado ejercicio. Por ello, el preparador sevillista asume las exigencias que se le plantea, pero reivindica sus logros. "Todo es mejorable, inclusive la clasificación del año pasado, pero, repito, estar en un equipo grande conlleva ese nivel de exigencia. Podría haber dicho adiós cuando acabamos terceros, pero eso no se puede hacer siendo sevillista. Mi reto es intentar quedar más arriba y hacer disfrutar a la afición. Pero, no nos vayamos a equivocar, no somos ni el Real Madrid ni el FC Barcelona. Nos tenemos que parecer a nosotros mismos en nuestra mejor versión", sentenció.
Sobre las palabras de Koné de principios de semana, cuando dijo que el Sevilla jugó en Valencia de una forma defensiva por indicación de su entrenador, Jiménez indicó que no tenían "la mayor importancia" y que no le han "molestado". "No es lo que piensa, tiene grandes dificultades para expresarse y puede que no se explicase bien. Debe estar loco el que diga que el equipo no salió al ataque con cuatro delanteros", subrayó al respecto.
Feliz por contar con Renato
Mientras tanto, Jiménez se congratuló por poder contar con Renato, ya repuesto de sus molestias en un tobillo, y que puede jugar como mediapunta. "Es una pena que perdamos a un futbolista de la calidad de Romaric cuando recuperamos a Renato, porque los dos jugarán muchos partidos juntos. De diez victorias a domicilio, ocho se consiguieron con él en la mediapunta. Es un goleador juegue donde juegue, pero su puesto natural es de mediocentro, aunque puede aportar mucho en la segunda línea", advirtió.
Distinto es el caso de Luis Fabiano, concentrado con Brasil,. "Estoy preocupado porque llegue el viernes y, seguramente, va a jugar el sábado. Lo preocupante es cómo llegará teniendo en cuenta que además Kanouté --sancionado-- no estará". En cuanto al futuro de Tom De Mul, que podría marcharse al Deportivo de La Coruña, señaló que su salida al club gallego "demostraría por qué lo fichó el Sevilla". "Es un grandísimo futbolista que tiene ficha, como Chevantón, dorsal y es alineable. Tendrán ahora que competir por un sitio en el equipo, en la convocatoria o por ganarse la confianza del entrenador en cada sesión de trabajo", concluyó.
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El español Carlos Cabezas ha guiado con mano firme el estreno victorioso, en la prórroga, de su equipo, el Khimki ruso, en la Euroliga, ante un Real Madrid en el que la gran actuación de Darjus Lavrinovic no fue suficiente.
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La primera diferencia importante, 17-10, la consiguió el Khimki a los ocho minutos y medio de juego,...