- martes 14 mayo 2024
El consejo de administración del grupo automovilístico alemán Daimler aprobó hoy un vasto plan de reorganización de las actividades productivas de Mercedes-Benz que, entre otros aspectos, contempla el traslado de parte de la producción desde Alemania a Estados Unidos en 2014.
En concreto, Daimler ha decidido que la planta alemana de Sindelfingen deje de fabricar la Clase C de Mercedes. Como contrapartida, estas instalaciones recibirán la fabricación del deportivo 'premium' Clase SL, y reforzarán su papel como centro de I+D.
Esta decisión afectará a 1.800 trabajadores de la factoría de Sindelfingen que, sin embargo, no perderán sus puestos de trabajo, ya que la compañía está dispuesta a ofrecer a todos ellos "atractivas oportunidades de empleo".
La mayor parte de la producción de la Clase C de Mercedes se transferirá a partir del año 2014 a la fábrica de Bremen, también en Alemania, lo que permitirá asegurar el empleo a largo plazo en esta fábrica, según la empresa.
Además, para reforzar su presencia en el mercado estadounidense, en torno a un 20% de la producción mundial de la Clase C de Mercedes se transferirá a la planta norteamericana de Tuscaloosa, en Alabama, también desde 2014. Esta fábrica seguirá produciendo además los modelos Clase R, Clase M y Clase GL. Mercedes-Benz mantendrá la factoría alemana de Rastatt como pieza central para la producción de vehículos compactos. La empresa reiteró el compromiso con sus fábricas alemanas, en las que prevé invertir 3.000 millones de euros en el período 2009-2010.
El presidente de Daimler, Dieter Zetsche, admitió que la decisión de privar a Sindelfingen de la producción de la Clase C no ha sido fácil, por el arraigo del modelo en estas instalaciones y la vinculación emocional de sus empleados.
"Este paso es esencial por razones estratégicas y operativas, de forma que Mercedes-Benz siga siendo competitiva y pueda aprovechar plenamente futuras oportunidades de crecimiento", añadió Zetsche.
Rusia y Estado Unidos han realizado un "avance significativo" en la elaboración de un nuevo tratado de desarme nuclear, afirmó hoy el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, al término de sus negociaciones con la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.
"Hemos hecho un avance significativo (en la elaboración de un nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas en sustitución del que expira en diciembre próximo)", dijo Lavrov en una rueda de prensa conjunta.
El jefe de la diplomacia rusa matizó que quedan "asuntos aún que requieren ser acordados y exigen una ulterior elaboración".
Al mismo tiempo, Lavrov resaltó que ambas partes manifestaron su propósito de "continuar los esfuerzos para concluir este trabajo en los plazos fijados", es decir, en diciembre.
Añadió que en materia de defensa antimisiles, Moscú y Washington acordaron continuar las consultas para analizar los riesgos de la proliferación de las tecnología de construcción de misiles.
"Confiamos en que como resultado de estas consultas llegaremos a la comprensión del orden de trabajo que nos permita aunar nuestros esfuerzos a los de los países europeos y otros Estados interesados para analizar y neutralizar los riesgos de proliferación de los misiles", dijo Lavrov.
Tras su renuncia a emplazar elementos de su escudo antimisiles en en Europa del Este, Estados Unidos propuso estudiar la creación de un sistema defensivo conjunto con Rusia y la OTAN.