El último Michael Jackson
Este filme no debería existir: «Siento mucho haber tenido que hacerlo», confiesa Kenny Ortega, colaborador y amigo personal del cantante, y añade: «Porque no se trata del proyecto inicial que preparé con Michael». La muerte del icono el pasado 25 de junio cambió por completo los planes de Ortega, quien pensaba incluir las imágenes grabadas durante los ensayos a las del concierto en Londres para luego emitirlas en un especial por televisión, pero el director ha tenido que acabar cocinando una especie de refrito para una cinta que no parece tener contento a nadie: ni a la familia del propio Jackson, ni a sus productores, ni al mismo Ortega, aunque los fans de Jackson lo ven como el último homenaje al rey del pop y muy seguramente acudirán en masa a las salas a partir del miércoles.
Material inédito
En«This is It», Kenny Ortega incluye imágenes procedentes de tres fuentes: las realizadas durante los mencionados ensayos para los conciertos que en la capital inglesa Jackson tenía pensado ofrecer y que fueron grabadas con la cámara que utilizaba personalmente; las que, realizadas en 3-D, ambos rodaron tiempo atrás para emitirlas durante el directo en el O2 Arena: y, por último, el material que un equipo estaba grabando con el fin de completar un documental de entrevistas.
La cinta, que estará solamente dos semanas en los cines, puede convertirse sin embargo en el estreno más lucrativo de la historia. La compañía AEG Live, que perdió millones con la muerte de Jackson, muy probablemente recuperará ahora cada centavo invertido, aunque Sony Pictures y los hijos del fallecido cantante también obtendrán beneficios de la misma. Desde Los Ángeles y en exclusiva para LA RAZÓN, Kenny Ortega («High School Musical») habla de su amigo y se emociona en varios momentos de la conversación: «Ésta es la primera entrevista que concedo desde que terminamos la película y siento que debo protegerla, he tenido una respuesta increíble por parte de los admiradores de Jackson. Inmediatamente después de su fallecimiento se despertó una gran curiosidad por saber qué estábamos haciendo, y debo decir que todos cuantos hemos colaborado en “This is It” nos sentimos honrados de este trabajo porque supone la última creación de Michael».
-¿Diría, entonces, que se trata de la película más importante de su carrera hasta ahora?
–Sí, jamás me he sentido tan emocionalmente conectado a ninguna, me he dado con cada célula de mi cuerpo a su historia.
–¿Y qué puede adelantarnos de «This is It»?
–En ella hemos recogido todo el material que poseíamos de Michael Jackson procedente de sus conciertos, de sus grabaciones, de las cintas que teníamos de los ensayos del que estaba preparando en Londres, las imágenes del backstage que íbamos a utilizar después de grabar el concierto en Londres.... Intentamos hacer una película que mostrara quién era realmente Michael Jackson durante el proceso creativo y ofrecer una idea, aunque fuese parcial,de la genialidad que poseía.
–O sea, no se trata simplemente de un boceto sobre cómo iba a ser su actuación en Londres...
–Desde luego que no, cuando me llamaron para decirme que las imágenes que habíamos grabado se incorporarían a una pelicula no pude negarme. Reconozco que no me ofrecí para hacerlo, pero se lo debía a Michael. Lo más importante era que fuera accesible para todo el mundo.
–Veo que le resulta bastante difícil hablar de Jackson y de esta obra sin emocionarse.
–Para mí todo esto está siendo surrealista, creo que cada día voy a levantarme y me voy a encontrar con Michael.
–¿Considera que fue un artista incomprendido, como se ha afirmado numerosas veces desde su fallecimiento?
–Tal vez para ciertas personas. Hay millones de fans que lo admiraban y le querían y le comprendían. Ese hombre vendió toneladas de discos durante su trayectoria. Existe, eso no lo puedo negar, gente que nunca trató ni siquiera de entenderlo, y tal vez por ello esta película ha despertado un interés todavía mayor.
–Me parece que usted trabajó a su lado durante sus últimos días vivo... ¿Qué recuerda de aquel mes de junio?
–Trabajar con Michael fue siempre un privilegio, era un artista que improvisaba; en algunas ocasiones parecía un matemático y, en otras, un gran mago. Se inspiró en Bob Fosse, en Liza Minnelli, en Bill Crosby... Sin embargo, no les copiaba. Cuando se subía al escenario era el líder, nosotros nos limitábamos a seguirlo. Fue un arquitecto del movimiento a quien todos los coreógrafos actuales han copiado y copian.
–¿Y qué sentía antes de los conciertos que iba a ofrecer en Londres?
–Estaba feliz al final del último ensayo. Michael dijo: «Es un sueño, todo lo que habíamos imaginado», y me pidió que agradeciera al equipo su colaboración. Estaba entusiasmado por volver a trabajar al día siguiente... Pero aquel fue el último.
–Aseguran que hubo problemas con los productores del filme.
–No. Sony lo apoyó siempre. AEG también. Los mejores profesionales de la música y el cine han colaborado en la cinta. Que hice para que los admiradores de Jackson disfrutaran con él de nuevo, no pensando en mi carrera. De verdad.