El delegado del Gobierno, Jenaro García Arreciado, ha procedido esta mañana a la quema de 3.605 kilogramos de hachís y cantidades menores de otras sustancias que han sido interceptados por la Guardia Civil en Ceuta desde el pasado mes de marzo. Un acto ya habitual pero que se produce por primera vez desde la posesión de García Arreciado, que se ha interesado por conocer los distintos procedimientos que utilizan los traficantes para intentar introducir la droga. El delegado ha afirmado que se quemaba "la posibilidad de que la gente, especialmente los jovenes, tuviesen acceso a esta droga. Cerramos una parte de ese camino peligroso por el que pueden circular fundamentalmente jóvenes, que son los que más nos preocupan, de manera que la finalidad es que ese camino que lleva a un mal final, al menos tendrá 3.600 kilos menos de combustible para hacer atractivo que los jóvenes quieran transitar por ahí. Quemamos la desesperanza para el futuro de muchas familias, cortando las vías de suministro".