Opinión
Hasta aquí hemos llegado
Todo tiene un límite. La paciencia, también. Desde CCOO venimos soportando, en silencio y con sufrida resignación, una infame campaña de descrédito, a todos los niveles y en todas direcciones, promovida por UGT. Nuestro sentido de la responsabilidad nos ha llevado a evitar polémicas. No creemos que los enfrentamientos sindicales sean buenos para defender con acierto los intereses del profesorado. Por ello hemos respondido siempre con serenidad y la mano permanentemente tendida. Pero lo que no puede ser es que UGT abuse de nuestro sentido de la responsabilidad, sin límite ni escrúpulo de ninguna clase, con la única intención de sacar ventaja de este trabajo sucio. Han llegado demasiado lejos. CCOO se siente en la obligación moral de explicar, con claridad, todos los hechos que han desembocado en esta lamentable situación. No puede seguir interpretándose el silencio de CCOO como un aval de veracidad al cúmulo de insidias y mentiras de las que somos objeto. No hemos rebajado en un ápice nuestra profunda convicción en relación con la unidad de acción sindical. Intentaremos que vuelva a fraguar. Pero desde el más absoluto respeto a la dignidad, a la verdad y la mutua lealtad, perfectamente compatible con la sana y lícita competencia.