Algunos son proyectos que se quedarán en el cajón de los recuerdos. Otros habían ganado concursos que ahora están paralizados, a la espera de que se reactive el mercado. Y finalmente hay investigaciones sobre nuevas ideas urbanísticas que se han quedado en el limbo. Este es el caso, por ejemplo, de Camilo García y Diego Barajas, dos arquitectos de 35 años que dirigen
el estudio Husos en Madrid. El año pasado terminaron una investigación impulsada por la
Universidad Europea de Madrid y la
Air Foundation de Rotterdam, un centro de arquitectura holandés, en la que se formulaba una nueva manera de concebir la vivienda, para integrarla con el lugar de trabajo. El proyecto se llama
Viviendas Productivas. Ha sido presentado en Manchester, Oporto, Bucarest y Belo Horizonte, entre otros sitios, pero aún no ha sido aplicado nunca. Está claro que
en periodos como estos , en los que ya es difícil trabajar, lo es aún menos innovar. "Paradójicamente, creemos que justo en un momento de crisis se vuelve aún más oportuno un plan de este tipo para impulsar la pequeña empresa", afirma Barajas.