Carles Puyol (13 de abril de 1978, La Pobla de Segur, Lleida) será eternamente azulgrana. Después de varios meses de incertidumbre y de contactos infructuosos, finalmente club y jugador llegaron a un acuerdo la noche del pasado jueves para que el capitán amplíe el contrato -que vencía el próximo 30 de junio- hasta el año 2013. El central de La Pobla entró en el Barça con 17 años y se marchará con 35, es decir, casi dos décadas en el club de su vida.
Un años más de lo previsto
Desde el primer momento, el Barça y de manera unánime -presidente, secretario técnico y entrenador- mostró sus intenciones de renovar a Carles Puyol, al que considera una pieza indispensable dentro del vestuario. La propuesta inicial del club azulgrana era una ampliación de dos años y un salario similar al que percibe actualmente. El capitán pidió tiempo para pensárselo, no porque no estuviera de acuerdo con la oferta, sino porque quería ver cómo se desarrollaba la temporada y qué papel iba a tener él dentro del equipo.
Más allá del dinero y los años que podían ofrecerle, Puyol quería seguir sintiéndose útil, no sólo ejerciendo de capitán desde fuera, sino también aportando su granito de arena al equipo dentro del campo. El central, que desde que tomara el relevo de Luis Enrique en la capitanía la temporada 2004-05 ya ha levantado 10 títulos, se debatía entre seguir en el Barça con un rol diferente o probar una nueva aventura en el Milan o Inglaterra -City y United principalmente-, donde se aseguraba un buen salario y, sobre todo, seguir contando, y mucho, como futbolista.
En vistas de que el central no se decidía a dar una respuesta y que en sólo dos meses podría empezar a negociar libremente con otro club, Joan Laporta decidió dar un paso al frente y coger el toro por los cuernos para convencer a Puyol. Como muestra de que el Barça iba muy en serio, se decidió ampliar un año más la oferta inicial de dos temporadas.
En cualquier caso, si de aquí a final de temporada el central de La Pobla cambiara de opinión y decidiera marcharse, el Barça se asegura con esta renovación poder cobrar un traspaso
Sergio Busquets, centrocampista internacional del Barcelona, defendió en rueda de prensa a sus compañeros Carlos Puyol y Xavi Hernández, que abandonaron la concentración por sanción y lesión, respectivamente, y aseguró que "si se duda" de su "compromiso, hay que dudar de todo el mundo".
Busquets no entiende que se haya generado debate por el abandono de cinco jugadores de la concentración en Ereván, tras el triunfo ante Armenia del pasado sábado. Ve justificados los regresos de los lesionados Carlos Marchena y Dani Guiza, de Cesc Fábregas por el mal estado de su abuelo. Y con naturalidad explica la situación de Puyol y Xavi.
"Puyol tiene sanción por tarjetas y es normal que se vaya porque no puede jugar. Xavi, como Marchena, tiene molestias y debe esperar a que se valore su lesión", manifestó. "Es una decisión que toma el seleccionador y el cuerpo técnico con los jugadores. No se puede dudar del compromiso de ninguno de ellos. Tanto de los que se fueron por lesión como por amonestación o el caso de Cesc por problemas familiares. Todos llevan mucho tiempo aquí, han demostrado dónde quieren estar y no se han ido por gusto", añadió.
Centrándose en el caso de Xavi y Puyol acudió a sus 81 y 79 internacionalidades, respectivamente, para argumentar lo identificados que están con la selección española y el compromiso que han mostrado.
"Sus números y el rendimiento que han tenido siempre hablan por si solos. Han demostrado que han querido siempre estar aquí, lo han hecho a las buenas y las malas", justificó. "Tienen mucha carga de partidos. Puyol es imposible que estuviese en Bosnia por una sanción por cumplir y Xavi vino tocado a la selección. Dio todo, entrenó con dolor y la rodilla le ha dicho basta.
Lleva muchos partidos jugados y es normal que le pase factura. A nivel de compromiso llevan casi diez años. Si se duda de su compromiso se tiene que dudar de todo el mundo", concluyó.
Carles Puyol y Xavi Hernández no estarán este próximo miércoles en Bosnia porque ayer regresaron de madrugada a Barcelona. El central vio ayer una amarilla que le impide disputar el último encuentro de la fase previa del Mundial y el centrocampista se resintió de unas molestias en la rodilla derecha que serán tratadas de inmediato por los servicios médicos del Barça. Ambos tomaron un avión que les llevó primero a Viena, luego a Múnich y estaba previsto que a primera hora de hoy aterrizaran en Barcelona.
También Cesc y Marchena
En el mismo avión que Puyol y Xavi viajarán dos internacionales más. Son Cesc que vuelve por un asunto familiar grave y Carlos Marchena que acabó lesionado el partido de ayer. El central del Valencia sufrió un pinchazo en el muslo derecho y tras un primer examen, los servicios médicos de la selección hablaron con los del Valencia y decidieron que viajara a España donde entre hoy y mañana le harán pruebas para conocer el alcance real de una lesión que puede dejar a Marchena sin jugar contra el Barça el próximo fin de semana. Otro que deja la expedición será Güiza que en la madrugada de hoy a mañana viajará con destino a Turquía donde se recuperará de su microrrotura fibrilar.
El parte médico de lesionados de gravedad se acaba aquí, pero lo cierto que el encuentro de ayer deja un buen número de jugadores 'tocados'. Fernando Torres no pudo acabar el partido de ayer porque tiene doloridos los aductores de la pierna derecha. Por último, Andrés Iniesta dio el susto tras una dura entrada. Fue casi en el mismo sitio donde tuvo su lesión muscular, pero al final la sangre no llegó al río y sólo fue un golpe que no le impedirá jugar este miércoles ante Bosnia
