- sábado 04 mayo 2024
El rival de la candidata del primer ministro italiano en la capital lombarda recibe el apoyo de otras formaciones
Silvio Berlusconi se enfrenta este lunes, cuando concluye la votación de dos días para la segunda vuelta de las elecciones municipales en Italia, al veredicto final de las urnas y sabrá de una vez por todas si su agonía como primer ministro italiano se sigue alargando en el tiempo o finalmente se quiebra de raíz. Así lo había escogido él mismo al principio de una campaña electoral en la que se puso como cabeza de lista por Milán, su feudo más importante, y cuando proclamó a los cuatro vientos: "El resultado será un examen para la fuerza del Gobierno".
El primer ministro italiano se muestra en su versión más ultra ante la segunda vuelta de las municipales
Silvio Berlusconi cerró el viernes la campaña electoral para la segunda vuelta de las elecciones municipales como la empezó: atacando a la magistratura. Por la noche participó en una fiesta de apoyo al candidato del centroderecha por Nápoles, Gianni Lettieri. Pero el mejor mitin de la jornada lo dio por la mañana en un sitio muy particular. No fue una plaza o un palacio de congresos, sino la sala de prensa para los líderes del G-8 celebrado en Francia.
AGENCIAS
Decenas de miles de personas participaron en Roma en una manifestación organizada por el sindicato mayoritario italiano, CGIL, para protestar por la que consideran escasa respuesta del Gobierno de Silvio Berlusconi para afrontar la crisis económica.
Con esta manifestación, a la que se adhirieron los opositores del postcomunista Partido Democrático (PD) e Italia de los Valores, el mayor sindicato del país quiso salir al paso de las afirmaciones de Berlusconi de que en Italia lo peor de la crisis ya ha pasado. Sin embargo, para los representantes de la CGIL, de ideología progresista, el peor momento de la crisis está por llegar y la recuperación económica será larga y difícil.
"Esta es una manifestación con la que se quiere pedir al Gobierno que haga cosas precisas porque los efectos más negativos de la crisis llegarán en las próximas semanas y afectarán sobre todo al empleo", explicó el líder de la CGIL, Guglielmo Epifani, que acusó al Ejecutivo de "de no hacer nada para apoyar a los trabajadores".
A los cerca 100.000 trabajadores que salieron a la calle para protestar contra la política del Gobierno, según los organizadores, se sumaron cientos de estudiantes por los recortes a la Universidad y a la investigación previstos en los próximos presupuestos generales.
En la manifestación, abierta por una pancarta con el lema "El trabajo y la crisis. Exigimos respuestas", participaron trabajadores de la empresa de telefonía Agile (ex Eutelia), formada por cerca 10.000 empleados y que desde hace meses no cobran su salario.
Durante la protesta, el secretario del PD, Pierluigi Bersani criticó a Berlusconi y su Gobierno al afirmar que, "en vez de aprobar leyes para solucionar los problemas del presidente, sería mejor que la mayoría ofreciese respuestas para detener el declive industrial del país y garantizar un futuro y seguridad a las empresas y los trabajadores".