La bolsa española bajó hoy el 0,19 por ciento arrastrada por los grandes valores del selectivo, con lo que hizo caso omiso al mercado estadounidense y al resto de plazas europeas, que registraban subidas cercanas al uno por ciento.
El principal indicador de la bolsa, el Ibex-35, perdió 22 puntos, hasta 11.366,60 puntos, con lo que las ganancias anuales del selectivo español disminuyen hasta el 23,61 por ciento.
El mercado español cerró la sesión de hoy desoyendo las indicaciones de Wall Street, que regresó a la actividad en positivo después del parón de ayer por la festividad del Día del Trabajo.
No obstante, la bolsa comenzaba la sesión con subidas, pero los recortes de los dos grandes bancos, Santander y BBVA, impedían al Ibex-35, superar los 11.500 puntos, a los que no se asoma desde septiembre de 2008.
El selectivo español era casi el único parqué europeo que cerró hoy en números rojos, ya que el resto de las bolsas del Viejo Continente registraron alzas en torno al 0,50 por ciento.
Así, Londres ganó el 0,29 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 0,09 por ciento; París, el 0,22 por ciento y Fráncfort, el 0,33 por ciento.
Y todo ello pese a que los futuros de los principales índices, incluido el español, mostraban media hora antes del inicio de la sesión, subidas de hasta el 0,30 por ciento.
En un día en el que no hubo referencias macroeconómicas importantes, los inversores estuvieron atentos a los datos de la producción industrial en España, que cayó el 17,4 por ciento en julio con respecto al mismo mes de 2008.
Después de la moderación en su caída registrada en junio (-16%), la disminución de la producción industrial española se acentuó en julio y sumó quince meses de bajadas consecutivas.
Además, también conocieron la producción industrial en el Reino Unido, que aumentó en julio un 0,9 por ciento frente al mes anterior, empujada por la recuperación del sector del motor, según los datos facilitados hoy por la Oficina Nacional de Estadística.
También se difundió el "Informe de Competitividad Global 2009-2010", elaborado por el Foro Económico Mundial (FEM), del que se desprende que España cayó cuatro puestos y ocupa el 33º lugar en la lista de países más competitivos del mundo.
El Ibex se vio abocado hoy a las pérdidas perjudicado por los grandes valores del Ibex, sobre todo por los bancos, ya que Bankinter perdió el 1,65 por ciento; Santander, el 1,11 por ciento; Banco Sabadell, el 1,28 por ciento y BBVA, el 0,24 por ciento.
Iberdrola también cedió el 0,77, mientras que Telefónica ganó el 0,76 por ciento y Repsol YPF, el 0,12 por ciento.
Iberia fue la empresa del Ibex-35 que más subió, con unas ganancias del 5,78 por ciento, mientras que Endesa fue el farolillo rojo, al perder el 2,49 por ciento.
El mercado continuo de la bolsa de Madrid también bajó 0,23 el por ciento hasta los 1.190,57 puntos.
Afirma fue la cotizada del mercado continuo que más bajó, al ceder el 5,80 por ciento, mientras que por el contrario, la que más subió fue Fersa, con un alza del 12 por ciento.
La rentabilidad de la deuda pública española subió dos centésimas hasta el 3,916 por ciento.
La bolsa española subió hoy el 2,38 por ciento y recuperó el nivel de 9.500 puntos, animada por el avance de la banca y el rebote de Wall Street.
Así, el índice de referencia de la bolsa española, el Ibex-35, ganó 222,50 puntos, el 2,38 por ciento, hasta 9.567,40 puntos, con lo que las ganancias acumuladas en el año ascienden al 4,04 por ciento.
En Europa, con el euro en 1,396 dólares, Fráncfort ganó el 3,19 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 2,79 por ciento; París, el 2,31 por ciento; Milán, el 2,13 por ciento, y Londres, el 1,82 por ciento.
La bolsa comenzó la sesión con pérdidas cercanas al 1 por ciento, afectada por el retroceso de Wall Street el viernes, de Tokio esta madrugada, que bajaba el 2,55 por ciento, y de las plazas europeas esta mañana.
Con este panorama, el mercado nacional descendía de 9.300 puntos y se aproximaba a 9.200, arrastrado por la banca, afectada por las informaciones sobre las pérdidas de Lloyds, que podrían ascender a 13.000 millones de libras esterlinas.
Tras el retroceso inicial, el mercado recuperó fuerzas y rebotó hasta 9.300 puntos, sin que le importara mucho la ligera mejora de las previsiones para la economía española de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS) -el PIB nacional caerá este y el próximo año una décima menos de lo esperado, el 3,6 y el 0,6 por ciento-.
Un poco antes de las 14:00, la bolsa escapaba de las pérdidas gracias al buen comportamiento de los futuros estadounidenses y a una recomendación a favor de Goldman Sachs, que mañana presentará resultados, y que animó la cotización de los bancos.
El rebote de Wall Street, las palabras del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, que indicaba que se frenará el ritmo de caída de la economía europea hasta fin de año, y el petróleo Brent a menos de 59 dólares, llevaron a la bolsa europea a superar la cota de 9.400 puntos.
El cambio de tendencia del mercado neoyorquino estuvo a punto de truncar la recuperación del mercado nacional, pero su subida final, aproximaron a la bolsa española a 9.600 puntos al cierre.
Todos los grandes valores subieron: BBVA, el 2,84 por ciento; Banco Santander, el 2,82 por ciento; Iberdrola, el 2,51 por ciento; Repsol, el 1,87 por ciento, y Telefónica, el 1,83 por ciento.
Mapfre encabezó las ganancias del Ibex con un alza del 5,39 por ciento, seguida de Acciona, que avanzó el 5,1 por ciento, en tanto que ArcelorMittal subió el 4,45 por ciento, y Banesto, el 4,1 por ciento.
Sólo una empresa del Ibex acabó con pérdidas, Iberdrola Renovables, que bajó el 0,48 por ciento, en tanto que la menor subida correspondió a Sacyr, el 0,29 por ciento.
En el mercado continuo, destacó la subida del 7,04 por ciento de Avanzit, tras conocerse que la Junta de Andalucía comprara hasta cerca del 3 por ciento de su capital, mientras que tras los derechos de NH Hoteles, el primer lugar por pérdidas correspondió a Zeltia, el 11,09 por ciento, después de que las autoridades estadounidenses pidieran más pruebas para algunos de sus medicamentos.
La rentabilidad de la deuda española a largo plazo subía una centésima y se situaba el 4,05 por ciento, mientras que en el mercado continuo se negociaron 2.283 millones de euros, de los que 700 millones de euros procedieron de operaciones efectuadas por inversores institucionales.
