Madrid- Ha sido segundo, tercero, cuarto y quinto. Sólo le falta ser primero. Pero Alejandro Valverde se ha propuesto que esas cuentas se acaben el 20 de septiembre, cuando la Vuelta llegue a Madrid para entregar el último jersey oro. La ausencia de Contador carga de presión al líder del Caisse d¿Epargne, el máximo favorito en ausencia del ganador del último Tour.
El murciano llega descansado después de que no le permitieran participar en el Tour. Algo parecido a lo que le sucedió a Contador el año pasado. El recorrido no le perjudica, aunque debe demostrar que es capaz de superar tres finales en alto tan duros como Velefique, Sierra Nevada y La Pandera de manera consecutiva. Y debe olvidarse también de esos despistes que le impidieron ganar la Vuelta en 2006 ante Vinokourov o el año pasado ante Contador. Si no se le olvida abrocharse el maillot antes de un descenso o no se descuelga para pedir un chubasquero, Valverde es el hombre. Así podrá demostrar que Armstrong tenía razón cuando lo designó su heredero hace varios años.
Pero no está solo. «Tenemos la mejor participación posible sin Contador. Estarán Valverde, Ivan Basso, Cadel Evans, Samuel Sánchez y Andy Schleck. Será una Vuelta menos predecible que otras y habrá emoción», asegura su nuevo director general, Javier Guillén. Y también es una de las Vueltas con más montaña. El comienzo en Holanda elimina el paso por el Angliru, los Lagos de Covadonga o los Pirineos. Pero no elimina las subidas. Hay cinco finales en alto. «Hemos hecho esfuerzos en las demás etapas con elementos geográficos que pueden mover la carrera y dar emoción, que no van a ser el típico final previsible de etapa en línea», argumenta Guillén.
Hay montañas y hay corredores para la pelea. Samuel Sánchez, el campeón olímpico, tampoco participó en el Tour -aunque por decisión propia- y llega a la salida en Assen dispuesto a defender el número «1» que ha heredado de Contador. «Cuajar una buena actuación supondría acabar el año de manera exitosa. Sabemos que es complicado porque las vueltas de tres semanas no salen a veces como uno quiere, pero tenemos el trabajo bien hecho. El estado de forma es bueno, hemos entrenado mucho, y creo que llegamos de la mejor manera posible», asegura el asturiano. Aunque cuando dice «nosotros», quiere decir «yo».
Pero aparte de «nosotros» están «ellos». Andy Schleck, el segundo clasificado del último Tour; Cadel Evans, el segundo de las dos ediciones anteriores de la carrera francesa. Y los «resucitados», Basso y Vinokourov.
«Tenemos los primeros días muy complicados por tierras holandesas y belgas. Luego, cuando pisamos la Península, viene todo seguido: la crono en Valencia y las dos llegadas en alto; luego toda la sierra de Andalucía; y la parte final, con la crono en Toledo y las dos etapas de Madrid», comenta Samuel Sánchez. «La etapa más peligrosa será la del final en Velefique y la de Sierra Nevada», advierte el veterano Ezequiel Mosquera.
«La Vuelta de este año tiene miga», añade. Y a todo eso hay que sumarle el calor, que se puede hacer insoportable para muchos en las etapas de la sierra andaluza.
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