La familia del poeta quería evitar a toda costa el circo mediático pero no ha sido posible, y eso que sólo acaba de comenzar. Tras la identificación de seis posibles fosas en la zona de Alfacar (Granada) gracias a un estudio con georradar, la Junta de Andalucía convocó a centenares de invitados para que todo el mundo supiera que se va a abrir la de Federico García Lorca. Allí, sobre cuatro de los seis enterramientos, los de «mayor interés», se colocará una carpa. Y ya está. Pero no sólo las instancias oficiales alimentan la leyenda, algún medio de comunicación, que dice ser serio, vendió el cuerpo del poeta antes de haberlo encontrado, apoyándose en un estudio que la Universidad de Granada calificó ayer de «montaje bastante burdo». Federico García Lorca se moverá de su tumba, pero no por motivos pseudohistóricos, sino por la vergüenza de sentir cómo mercadean con su nombre.