Agitado desde Nueva York, Madrid y Milán, el prêt-à-porter estival 2010 aterriza mañana en París para revelar las ideas de algunas de las más grandes figuras de la moda y de creadores aun no consagrados, futuros ocupantes del Olimpo del vestir.
       Vía en la que toma posiciones cada vez más contundentes la modista española Estrella Archs, nueva directora artística de Ungaro, quien además convertirá su colección propia para la primavera-verano 2010 en el broche final de las colecciones de París.
       Lo hará en la sede del Instituto Cervantes en la capital francesa, lugar de encuentros artísticos, cinematográficos y culturales de todo tipo, que por primera vez entrará así en el calendario de la Federación de la Costura francesa.
       El próximo domingo, Archs, de 35 años, tentará al destino en el intento de devolver la máxima actualidad a la celebre firma fundada por Emanuel Ungaro.
       Maestro al que quiso aproximarse al máximo, según comentó en una entrevista con Efe, al mismo tiempo que intentaba "purificar y adaptar al presente" sus ideas.
       Ungaro "es una casa con mucha solera y mucha luz" y tiene "un ADN ultrafemenino que es muy interesante readaptar al siglo XXI", subrayó.
       La modista española, que sucede en el puesto a su colega de origen colombiano Esteban Cortázar, no estará completamente sola en la tarea de proyectar el ADN Ungaro en el siglo XXI.
       El presidente de la firma, Mounir Moufarrige, quiso que, como garantía suplementaria del rejuvenecimiento y el estrellato buscado, formase equipo con la actriz, cantante y ex niña prodigio Lidnsay Lohan, de 23 años.
       En calidad de "consejera artística", la protagonista de "Mean Girls" (2004) tendrá en Ungaro la misión de aportar su saber y experiencia en tanto que sofisticada y millonaria "consumidora de lujo".
       El resultado de esta atípica unión, entre una modista en plena expansión y una mediática artista, la unión de estos "talentos, instintos e intuiciones" forzosamente dispares, promete ser uno de los momentos más llamativos de esta semana de pasarelas.
       Estrella Archs llega a esta experiencia con un currículo considerable, desde que completase su formación en la Saint Martin School of Arts de Londres, la escuela de John Galliano, Steve McQueen y otros grandes de la moda internacional.
       Su presencia oficial en París comenzó hace exactamente dos años, pero conocía bien este difícil territorio por haber trabajado durante casi una década junto a Christian Lacroix, Miuccia Prada, Emilio Pucci, Nina Ricci y Cacharel.
       Cacharel descubrirá este año su primera colección con el belga Cédric Charlier, quien trabajo antes en Lanvin, junto al modisto Alber Elbaz y en Céline.
       Además de Charlire y del inesperado equipo Archs-Lohan, se estrenará también en las pasarelas de Paris el británico Peter Cooping, ex colaborador de Marc Jacobs para Vuitton, quien sucederá al belga Olivier Theyskens en otra legendaria firma que no termina de despegar, Nina Ricci.

Las autoridades de Nueva York ordenaron ayer al dirigente libio Muamar Gadafi que no siguiese levantando su habitual jaima en la   ciudad, en concreto en jardines propiedad del multimillonario Donald Trump, debido a que esta instalación viola las regulaciones   municipales, según explicó la Fiscalía.  
Los trabajadores al cargo de Gadafi levantaban ayer una tienda beduina y satélites en Bedford, siguiendo una práctica habitual en los viajes internacionales del dirigente libio, que se encuentra en Estados Unidos con motivo de la celebración de la Asamblea General de Naciones Unidas.  
El mes pasado, Gadafi tenía planes de montar su particular campamento en Nueva Jersey, en una propiedad de la Embajada de Libia. 
Sin embargo, la administración norteamericana le negó esta posibilidad y una posterior que habría significado la instalación de Gadafi y su delegación en Central Park.  
Trump, quien finalmente cedió los terrenos, aseguró en un   comunicado que la propiedad fue otorgada temporalmente a personas de Oriente Próximo "que pueden o no pueden tener nada que ver con el señor Gadafi". El magnate avanzó que estaba investigando la polémica.