El documento que el gerente del Instituto Ceutí de Deportes (ICD) y cuñado del presidente del gobierno autónomo, Benjamín Álvarez, presentó a los sindicatos no lleva membrete, está escrito completamente en mayúsculas y cuando recoge el nombre del funcionario que ocupará un determinado puesto lo hace de forma coloquial. Sobra decir que a los sindicatos, profundamente enfrentados con la Gerencia desde el pasado viernes, les parece un chiste.

Da impresión de ser tan poco serio que el propio Instituto Ceutí de Deportes, después de que el pasado viernes anunciara mediante una nota de prensa que se había aprobado en la comisión mixta una reorganización de las funciones de los funcionarios, ha convocado a los sindicatos a una nueva reunión para abordar el tema el próximo día 20, según ha informado el sindicato Comisiones Obreras, porque en este caso el ICD no ha dicho por vía oficial nada.

Los representantes de los trabajadores siguen profundamente molestos con la actitud mantenida por el gerente, Benajamín Álvarez, y creen que en realidad el único interés de la Gerencia del ICD es subir de categoría a la hermana del consejero de Hacienda y desde este miércoles congresita, Francisco Márquez, así como al que fuera asesor de prensa del Presidente Vivas, Juan Carlos Trujillo.

La hermana del consejero pasaría a ser jefa de administración, mientras que en el caso del ex asesor de prensa el salto sería de auxiliar administrativo a oficial administrativo. En ambos casos la remuneración sería mayor.

“Aquello es un descontrol, ascendiendo a superjefe de administración a la hermana del consejero no se arregla nada. Lo que hay que hacer es buscar una estructura lógica, repartir funciones y hacer organigrama lógico”, han apuntado desde Comisiones Obreras.

“Lo único que busca la propuesta es que la hermana de Paco Márquez sea jefa de administración”, ha apuntillado el sindicato.

En el documento de propuesta de la Gerencia se simultanean funciones entre diversos puestos, según ha señalado Comisiones Obreras. El sindicato también apunta que algunas de las funciones que pasaría a tener el nuevo oficial administrativo estarían siendo realizadas por el Centro de Proceso de Datos, como es el mantenimiento de la web, y por una empresa externa subcontratada en el caso del mantenimiento de la base de datos.

Historia de una reorganización

La historia viene de antiguo. Todo el proceso de reorganización arrancó hace más o menos un año, cuando el antiguo gerente y jefe de administración pidió una excedencia para incorporarse a una empresa privada.

A los pocos meses de producirse este vacio, la consejera de Deportes, Kissy Chandiramani, presentó una oferta a los sindicatos con acuerdo satisfactorio. En aquella reorganización, la hermana del consejero no pasaba a ocupar la Jefatura de Administración. Comisiones en aquel entonces solicitó que se realizara un concurso de méritos entre los trabajadores de inferior categoría para que pudieran promocionar.

A pesar de que había acuerdo, a los pocos meses, en mayo, se volvió a convocar a los sindicatos. La propuesta anterior, pactada con los sindicatos, ya no servía. Y los responsables del ICD querían otro modelo de reorganización. Comisiones pide entonces que todo se ciña a la nueva reforma laboral y exigen un informe de Intervención y otro de la Secretaría General para sentarse a negociar. El tema se queda estancado.

Hasta que el pasado lunes 4 de octubre, los representantes de los trabajadores volvían a tener cita con los responsables del ICD para tratar el asunto. La reunión se aplazó al miércoles 6 a petición del gerente, Benjamín Álvarez. En esa reunión se presenta el documento en mayúsculas que tanto indigna a los sindicatos. Los delegados de los trabajadores vuelven a pedir a la Gerencia el informe del interventor y de la secretaria general. Benjamín Álvarez asegura que no es necesario.

Además, según la versión ofrecida por Comisiones Obreras, los delegados de los trabajadores recuerdan a la Gerencia que cualquier acuerdo no puede ser superior a seis meses, dado que en ese caso, los trabajadores que asciendan de categoría para suplir la excedencia del antiguo jefe de administración consolidarían el aumento de salario y aunque regresaran a una categoría inferior deberían seguir cobrándolo.

Como puntilla los sindicatos le recuerdan a al Gerencia la obligación, por convenio de que exista acuerdo con los representantes de los trabajadores para la reorganización y no una simple negociación. En esas circunstancias y con esa oferta, los delegados sindicales transmiten su negativa a la propuesta, por tanto no hay acuerdo.

Ante el atasco de la negociación, los sindicatos proponen redactar una contrapropuesta de reorganización, con la intención de remitirla el viernes y darle todo el puente a la Gerencia para que la estudie y sentarse este miércoles a la mesa. Ambas partes se emplazan al miércoles siguiente.

La delegada de Comisiones Obreras cae enferma el jueves, el gerente quiere celebrar a toda costa y aún en su ausencia la reunión el viernes y sin estudiar ninguna contrapropuesta intenta que el delegado del CSIF firme a toda costa la propuesta de la Gerencia a la que ya le habían dicho que no el miércoles. Lo que sigue es la polémica ya conocida: la nota de prensa de los sindicatos el viernes y la del Gobierno el mismo día describiendo mundos absolutamente distantes.

Ahora el día 20 hay otra nueva cita entre los representantes de los trabajadores y la dirección del ICD.

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