Los escándalos y debates sobre la obra de la Manzana del Revellín, esconden una infinidad de lados oscuros que a día de hoy siguen sin poder esclarecerse.

La obra que en Abril de 2002 se aseguraba por parte del Gobierno de Vivas que costaría 18.000.000 de euros y que sería costeada por la Ciudad y la empresa privada, se presupuestó en 2004 en 28.846.000 (cuatro mil ochocientos millones de pesetas), en 2006 ya se elevó a 36.036.000 euros (seis mil millones de pesetas), y en 2008 a 46.000.0000 (más de siete mil quinientos millones de pesetas). En mayo de 2010, un nuevo crédito, supuestamente el último, la obra alcanzará en su parte pública el importe de 55 millones de euros, prácticamente el triple de lo que el Gobierno dijo en un principio, un aumento del 305% en 8 años. La obra tenía un plazo de ejecución de 4 años, estando prevista su apertura al público para el primer trimestre de 2008, llevando ya tres años de retraso sobre lo previsto. El auditorio que inicialmente se proyectó para 700 localidades, finalmente rondará las 600. La contratación de la obra que practicamente en su totalidad la ha pagado la Ciudad, se realizó de forma directa en 2002, pese a que debido a la envergadura económica de la misma se debería haber sacado a concurso.

Los muebles del conservatorio fueron comprados por duplicado, pese a que el compromiso era que Siza se encargaría de las dotaciones interiores, la Ciudad decidió comprarselos a la empresa ‘Ebania’, que fue vinculada por la oposición con el jefe de gabinete del Presidente Vivas. Siza advirtió al Vivas en Mayo de 2010 que se trataba de una copia de sus diseños, y que se negaba a aceptar una “ejecución ilegal de los muebles, estando yo mismo como autor vinculado” al contrato de exclusividad por la firma Serafim Pereira Simoes Suers, Lda. con el que fue acordado “hace tiempo la producción legal”. El escrito de Siza al Presidente fechado el 24 de Mayo de 2010 en Oporto, termina diciendo “Le pido la atención en esta grave tentativa de contornear de forma ilegal lo que está establecido”.

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