OBRA PARALIZADA

La Ciudad acomete obras en plaza Nicaragua para evitar riesgos de derrumbe tras parar el proyecto por una demanda

La Ciudad acomete obras en plaza Nicaragua para evitar riesgos de derrumbe tras parar el proyecto por una demanda
Plaza Nicaragua
Plaza Nicaragua

El anterior propietario reclama a la Ciudad casi medio millón de euros a pesar de que en su día el Gobierno ya pagó por la parcela más de cuatro millones en subasta pública


El consejero de Fomento, Alejandro Ramírez, adelantó este viernes a los vecinos de Plaza Nicaragua que se retomarán las obras de forma inminente. Pero no para seguir los trabajos y sacar adelante el proyecto. Ya quisieran los vecinos. Es solo por seguridad. El objetivo es afianzar el terreno en una zona cercana a las viviendas tras el movimiento de tierras realizado en el poco tiempo en el que se trabajó en el solar antes de que se volvieran a paralizar las obras por una demanda. 

El anterior propietario, Hamadi Amar, conocido como ‘Mario’, reclama a la Ciudad casi medio millón de euros a pesar de que en su día el Gobierno ya pagó en subasta por la parcela 2,89 millones más 1,25 en pago de deuda pendiente, cuando la Administración local podría habérsela quedado por ese 1,25 que provocó la subasta pública de la parcela. Lo que no entienden los vecinos es que la Justicia paralice las obras por una cuestión de dinero que no afecta al proyecto. “Que sigan las obras y que el juez decida si hay que pagar más o no, pero que no nos dejen otra vez así”, reclaman.

“Ya no nos creemos nada”, admite a Ceuta al Día el presidente de la asociación de vecinos de la Plaza Nicaragua, Fernando Sotomayor, que no esconde su hartazgo. Son ya demasiados años sintiéndose estafados por unos y por otros. Exactamente 35 años desde que se planteara una obra que se ha convertido en una pesadilla para los vecinos. 

Pero ese no es el único problema de unos vecinos que se sienten olvidados por la Ciudad. “Hadú es la barriada en la que menos se ha invertido, la barriada está fatal”, lamenta el presidente de la asociación de vecinos de la calle Nicaragua. Y si Hadú está abandonada, la calle en cuestión, sitiada por el gigantesco solar en obras, ha caído en el olvido más absoluto pese a estar a un paso de la céntrica avenida Teniente Coronel Gautier. 

La calle parece invisible, encajonada por la valla de las obras, se ha convertido casi en un callejón sin salida aunque no lo sea. Han cerrado todos los negocios salvo uno, los accesos, repletos de escaleras, son un catálogo de barreras arquitectónicas y la limpieza y la iluminación son más que mejorables. “Pedimos que arreglaran una alcantarilla que tenía un agujero en el que podías meter un pie y han tardado meses. Ahí hay unos árboles que cualquier día, como haya un poco viento, se vienen abajo y matan a alguien. En esta calle pusieron cinco tubos fluorescentes del año de la nana y ya no queda nada”, enumera Sotomayor. “Ya no sabemos a quién decírselo, aquí han tenido sus sedes Caballas y MDyC y nada. Nada de nada”, lamenta. Ni la oposición ni el Gobierno, del que en estos años solo ha recibido promesas. 

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