Otro ex vigilante presenta otra denuncia ante la Fiscalía por supuestos malos tratos en Punta Blanca
Una vez más se omite el nombre del vigilante, pero aún así su testimonio es un golpe más a la versión defendida hasta hoy por el Gobierno de que el centro de Punta Blanca funciona de forma perfecta. La nueva denuncia endurece aún más los malos tratos relatados por el anterior vigilante .
Al igual que en la anterior denuncia de otro ex vigilante, éste asegura que para aplicar tan severo castigo a los internos bastaba cualquier excusa. “Se producía a la mínima acción del menor, sin que existieran causas que realmente justificaran la adopción de este tipo de medidas de inmovilización”.
También abunda en el supuesto desconocimiento que de estas prácticas tendrían el juez y el fiscal al no ser avisados por nadie del centro. Pero quienes sí conocían estas prácticas eran, según el ex vigilante, tanto la directora del centro, C. L. como el director accidental, F. V., que incluso “daban las instrucciones concretas para la realización de estas maniobras”, recoge la denuncia.
Además de apuntar el ventilador hacia la dirección del centro, el ex vigilante señala con nombres y apellidos a una educadora que según la denuncia: “era muy proclive a dispensar malos tratos psíquicos a los menores, especialmente de Marruecos, que estaban totalmente desprotegidos”, dice la denuncia.
Y una vez más si el menor persistía en su actitud y los cuidadores se molestaban “se le inmovilizaba totalmente en su cama, con unas correas de sujeción que impedían cualquier movimiento. Estas maniobras se prolongaban también durante horas, incluso un turno completo de vigilancia”. Tampoco había control sanitario, según este ex vigilante.
El denunciante asegura que en el cuarto reservado para ellos estaba guardado material antidisturbios “para que el personal de vigilancia actúe contra los menores en los casos en que sean requeridos para ello por la dirección del centro. Los equipos constan de cascos, escudos y defensas de goma”.
Y, también esto es novedad, el ex vigilante se justifica por no haber denunciado con anterioridad estos hechos: “Desconocía que fueran constitutivos de delito, ya que desde su ingreso como vigilante en este centro se practicaban de forma habitual. No obstante, conocido por los medios de comunicación que este proceder pudiera ser un delito” ha decidido acudir a la Fiscalía a denunciar los hechos.
De momento, al igual que ya sucediera el viernes de la pasada semana, el Gobierno sigue sin pronunciarse de forma oficial, a pesar de que con ésta denuncia, ya son tres los testimonios con los que cuenta el fiscal que apuntan en la misma línea.