El balance quincenal del Ministerio de Interior recoge la entrada de 545 inmigrantes por vía terrestre en Ceuta en lo que va de año. Nuevamente, el Gobierno deja a cero las entradas por vía marítima, por lo que se entiende que las travesías a nado con llegada a playas se están incluyendo en la categoría por tierra. El vistazo a los datos muestra que solo en la segunda quincena del mes de febrero se produjeron 203 llegadas, lo que ahonda en el repunte en el flujo de personas desde países africanos durante 2024.

Comparadas con las cifras del mismo periodo del año pasado, han alcanzado la ciudad autónoma 202 personas más. Este fenómeno se asocia a la laxa vigilancia de sus fronteras por parte de Marruecos, a pesar de las declaraciones del presidente Pedro Sánchez, que rechazaba "echar nada en cara" al Ejecutivo del Reino Alauita; así como a los temporales que, quienes intentan llegar nadando consideran les facilitan las cosas, al complicar su detección.

La inmigración sigue siendo un drama constante, lejos de encontrar solución, pero también mucho más reducido en volumen que hace unas décadas.

En lo que a la gestión se refiere, el problema para la Ciudad continúa estando en los centros de tutela para menores inmigrantes no acompañados. La pasada semana se encontraban bajo el amparo de la Administración local un total de 250 niños y adolescentes indocumentados y sin acompañamiento parental o familiar. Esto supone exceder con mucho la capacidad de alrededor de 130 plazas de las que dispone Ceuta.

Frente a esa situación se busca rubricar un Plan de Contingencia con el Gobierno de España para poder sacarlos hacia otras comunidades autónomas, algo que todavía no se ha logrado y conseguir que se incrementen los medios para vigilar la frontera.