POLÉMICA

15 euros por entrar en la fiesta de Nochevieja organizada en el local semipúblico de los Vecinos del Centro

15 euros por entrar en la fiesta de Nochevieja organizada en el local semipúblico de los Vecinos del Centro
Local de la Asociación de Vecinos del Centro
Local de la Asociación de Vecinos del Centro

-Todo apunta a que la entidad vecinal cedió el espacio a una persona cercana con la que uno de los consejeros del Gobierno local tendría parentesco

-En Fomento, no constan solicitudes para la celebración del evento

-Pese a que la Policía local acudió a inspeccionar la fiesta, los agentes requeridos no levantaron atestado alguno


Año nuevo, polémica nueva. Raro habría sido que el curso que acabamos de recibir hubiese llegado a su cénit exento de controversias en lo administrativo (¡que estamos en Ceuta, hombre!). Lo que, a buen seguro, ningún caballa de a pie se esperaba es que el primer 'escándalo' llegara tan pronto como lo ha hecho. Y es que, la Nochevieja ceutí amplió su ya de por sí dilatado catálogo de ocio nocturno con una inesperada incorporación: el local de la Asociación de Vecinos del Centro -que preside Blanca Vallejo-, ubicado este en el corazón de la Manzana del Revellín. Según ha podido saber este medio, el espacio acogió una multitudinaria celebración en la que los asistentes lo dieron todo después de las uvas. ¿Privada? No lo parece. Se cobraba entrada y cualquiera podía -como en la canción de Mecano- colarse en la fiesta por un módico precio.

El evento comenzó a anunciarse a bombo y platillo a través de redes sociales hace mes y medio. Los ‘promotores’ -vinculados familiarmente con la directiva de la propia entidad vecinal- decidieron fijar el coste de las entradas en 15 euros. La recaudación serviría, entre otros menesteres, para sufragar el coste del hielo y de las gaseosas con las que mezclar las bebidas alcohólicas. Estas últimas serían directamente proporcionadas por los asistentes, quienes llevarían a la velada sus propias botellas. El resultado arroja mucha gaseosa si se tiene en cuenta que a la fiesta concurrieron entre 150 y 200 personas, según el relato obtenido por este digital. Así las cosas, la recaudación para burbujas habría ascendido a entre 2.250 y 3.000 euros. Casi nada.

He aquí dos cuestiones polémicas: por un lado, el hecho de que se ha cedido un espacio semipúblico (no hemos podido averiguar en qué términos) para montar en el mismo un cotillón con invitaciones de por medio; por otro, que el área de Fomento -encargada de expedir los permisos pertinentes para el desarrollo de este tipo de eventos- no tiene conocimiento de que el lugar en cuestión haya acogido fiesta alguna. Cabe mencionar que el local hace las veces de sede de la organización que preside Vallejo es de alquiler y que las mensualidades no las abona el ente, sino la Ciudad.

Este diario preguntó directamente por el tema a la parcela que encabeza Alejandro Ramírez. El propio consejero reconoció no haber recibido en su despacho ninguna solicitud para autorizar el festejo, por lo que se desconoce si los organizadores de esta tenían o no permiso para montar lo que fue en toda regla una discoteca eventual. La cosa es sencilla: sin solicitud, no hay permiso. ¿Tiene usted que pedir autorización para montar un cotillón de fin de año en su casa? No, salvo que cobre entrada y, por tanto, convierta el lugar en un local de espectáculos, en un bar o en un teatro.

Según han relatado algunos de quienes estuvieron presentes en el guateque, varios agentes de la UIR se personaron en la zona durante la celebración. Misteriosamente, la visita de los agentes de la Policía local no dejó rastro alguno en los atestados de la madrugada del cambio de año. Preguntado al respecto, el Ejecutivo daba carpetazo al asunto alegando que "fue una noche tranquila, sin incidentes", desviando la cuestión sobre la actuación concreta para hablar de toda la ciudad en general y, en consecuencia, no arrojar ninguna luz sobre el episodio.

Para añadir un elemento más, en la fiesta (se desconoce si como parte de la organización), participaron varios miembros destacados de Nuevas Generaciones, esto es, la cantera del Partido Popular.

Por si no está claro: ¿puede cualquier ciudadano, por ejemplo, de cara a Carnavales, solicitar a la Administración local la cesión de un local semipúblico, montar una fiesta sin pedir ningún permiso, cobrar entrada por asistir a la misma, recaudar dinero, no pagar impuestos, esquivar la actuación policial e irse de rositas? Puede, pero, probablemente, sea más fácil si ese ciudadano tiene algún parentesco con el consejero de Servicios Urbanos, Yamal Dris, o si forma parte del futuro del partido que hoy por hoy ostenta el Ejecutivo.

Pese a haber sido contactada por este medio en reiteradas ocasiones, hasta el momento, la presidenta de la Asociación de Vecinos del Centro, Blanca Vallejo, ha rehusado aportar su versión sobre lo sucedido (y no parece que vaya a reconsiderar su postura...)

15 euros por entrar en la fiesta de Nochevieja organizada en el local semipúblico de los Vecinos del Centro


Entrando en la página solicitada Saltar publicidad