Pues ya está aquí la OPE. La Delegación del Gobierno acaba de dar el pistoletazo de salida de la que será la segunda Operación consecutiva ajena a todo tipo de restricciones sanitarias. Como cada curso, el dispositivo permanecerá vigente durante tres meses, esto es, desde este mismo 15 de junio hasta el próximo 15 de septiembre.

Si en 2022 la Administración hubo de dar sustento a "alrededor de 800.000 pasajeros", este 2023 no se va a quedar atrás. "Tenemos la sensación de que vamos a tener mucho trabajo por delante", espetaba Gonzalo Sanz, que revelaba que nuestro puerto ha sido "el que más ha crecido a nivel nacional" a lo largo de las últimas anualidades. Se dice pronto.

"Vamos a tener un verano caliente", auguraba el jefe de Gabinete de Rafael García (y no precisamente en alusión a las altas temperaturas). Ciudad y Delegación sumarán una nueva colaboración a su cuenta compartida al objeto de intentar instaurar cierta normalidad en la vida del ceutí medio durante la temporada estival.

La primera medida de impacto -ya anunciada- es el incremento en el número de efectivos policiales que Interior desplegará en los puntos más 'conflictivos' de la geografía nacional. Cerca de 20.000 funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado velarán por nuestra seguridad y por la de nuestros visitantes mientras dure el operativo. "Se está dirimiendo cómo se hará el reparto y cuántos llegarán a Ceuta", anunciaba Sanz, que tiene claro que "veremos una mejora en ese sentido".

Según el número dos del delegado del Gobierno, "se está cerrando una cobertura sanitaria transversal con Cruz Roja". Claro está, el objetivo no es otro que "mejorar la atención sanitaria". Lo que también mejorarán serán los servicios al viajero. Además de haber dispuesto "más aseos y puntos de venta", la Ciudad ha "duplicado las zonas de sombra", pasando de los 300 metros cuadrados del año pasado a nada menos que 600.

Al margen de lavabos y tiendas de comestibles, puede que las novedades más importantes tengan que ver con el tráfico rodado. El organismo que dirige Rafael García ha pedido permiso a la DGT para "realizar un corte parcial en la rotonda de Loma Colmenar", circunstancia que "va a permitir que no se dé una situación de saturación" (al menos, sobre el papel).

Dado que el paso fronterizo de El Tarajal está en obras, se presta más necesario que nunca que cualquier visitante tenga que pasar por la zona de embolsamiento antes de cruzar a nuestro país vecino (de ahí, justamente, que se vaya a limitar la movilidad en la Nacional 352).

Al igual que la frontera, el puerto también se está reformando, lo que viene a significar que aquellos que quieran abandonar la ciudad en algún momento del período veraniego también van a ver alterado su itinerario habitual. Sanz avisaba: "El carril residente va a sufrir modificaciones".

La fórmula que ha ideado la Autoridad Portuaria para intentar paliar la falta de espacio pasa por hacer uso del parking que hay dentro de la estación marítima. "Se va a utilizar como una especie de añadido al carril de residente", explicaba el segundo de a bordo de la Delegación. En síntesis, la zona hará las veces de "embolsamiento momentáneo" para todos cuantos que vayan a embarcar con sus vehículos. "Lo pondremos en funcionamiento a finales de julio", exponía Sanz.

Algo que permanecerá del todo inmutable serán las actualizaciones de los tiempos de espera. Según ha trasladado Víctor Ríos, "AMGEVICESA incluirá en su página web un contador en tiempo real" para que aquellos que vayan rumbo a Marruecos puedan estar informados en todo momento.