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El ministro de Finanzas afirma que Alemania se enfrenta a una «deuda exorbitante»

El futuro ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, sostiene que Alemania se enfrenta en esta legislatura a una "deuda exorbitante" derivada de los programas de estimulación económica puestos en marcha por la crisis.

En una entrevista con el diario "Welt am Sonntag", Schäuble afirma que es una "utopía" pensar que el Gobierno conseguirá unos presupuestos "equilibrados" en los próximos cuatro años, aunque no alude a cifras concretas.

El hasta ahora ministro del Interior asegura que el endeudamiento alemán es actualmente "el más alto" de la historia de la República Federal de Alemania.

En su opinión, no se puede empezar a estudiar la puesta en marcha de un programa de reducción de deuda o de control de gasto hasta que se dé por concluida la crisis económica. "Y cuándo será eso, no lo puede decir nadie", añade.

Según los cálculos de los expertos, Alemania tendrá este año un déficit del 4,0 por ciento del PIB, un punto por encima de lo permitido por el Pacto de Estabilidad europeo, y se espera que en 2010 el déficit llegue al 6,0 por ciento del PIB.

Se espera que los estados federados, los municipios y el Estado federal tengan, entre 2009 y 2013, que contraer deudas cercanas a los 510.000 millones de euros.

El pacto de coalición presentado ayer por la Unión Cristianodemócrata (CDU), su ala bávara, la Unión Socialcristiana (CSU) y el Partido Liberal (FDP) otorga a Schäuble la cartera de Finanzas, tras ocupar el Ministerio del Interior en el último gobierno de la canciller Angela Merkel.

"No expresé ningún deseo personal, sino que la canciller me preguntó si estaba listo de asumir el Ministerio de Finanzas", explica.

Pese a la crisis y al desafío que su nuevo puesto supone, Schäuble sostiene que es también la "expresión de una confianza extraordinaria".

El pacto de coalición será votado hoy por los liberales, en un congreso, mientras que la CSU y la CDU lo someterán a votación mañana.

El Comité de Finanzas del Senado de EE UU da luz verde a la reforma sanitaria

El Comité de Finanzas del Senado de EE.UU. aprobó hoy, por estrecho margen y con un solo voto republicano, su versión de una reforma sanitaria que, según sus partidarios, es la que más se aproxima a las prioridades del presidente Barack Obama para la cobertura médica universal.

Con 14 votos a favor y 9 en contra, los 23 miembros del Comité votaron el proyecto tras varias horas de disputas sobre el alcance y contenido de ésta y cómo financiarla sin elevar más el déficit.

Según los cálculos del Congreso de EE.UU., el proyecto permitirá extender la cobertura sanitaria al 94 por ciento de los ciudadanos, y aplicarlo tendrá un coste de 829.000 millones de dólares en diez años.

"Esta es nuestra oportunidad de hacer historia", dijo al inicio de la sesión el presidente del Comité y promotor de la medida, el demócrata Max Baucus.

El senador demócrata Bob Menéndez insistió en que si bien la redacción del proyecto es "mejorable", un voto en contra "sería permitir que las aseguradoras continúen tratando la salud del pueblo estadounidense como una inversión, minimizando el riesgo y aumentando las ganancias".

El voto de hoy "es otro paso" hacia la reforma de salud, declaró Obama, quien elogió a la senadora republicana Olympia Snowe por ser "extraordinariamente diligente" en sus deliberaciones con los demócratas, y por ser la única en votar a favor de su propuesta de reforma sanitaria.

En una intervención pública, Obama reconoció que el proyecto "no es perfecto" y que cuenta con algunos elementos de desacuerdo que habrá que limar antes de que se unifique en un solo texto las cinco propuestas que tiene sobre la mesa el Congreso.

El presidente, no obstante, dijo que el proyecto cuenta con algunos aspectos positivos, pues "pone límites a algunas de las peores prácticas de la industria aseguradora, como negar la cobertura a personas que están enfermas antes de contratar el seguro. Y crea un mercado de ofertas de seguros mucho más asequibles para los que ahora no se pueden permitir contratar uno".

El proyecto aprobado hoy será armonizado con el que aprobó en julio el Comité de Salud del Senado, antes del voto definitivo en el pleno de esa cámara las próximas semanas.

También tendrá que conciliarse con la que salga de la Cámara de Representantes.

Para convertirse en ley, la reforma necesitará 60 votos en el Senado y al menos 218 en la cámara baja.

El "sí" de Snowe, republicana por Maine que no siguió a sus correligionarios, aumenta las expectativas de que la reforma podría conseguir apoyo bipartidista más adelante.

Durante el debate y posteriormente en una rueda de prensa, los republicanos repitieron sus críticas de que la medida puede aumentar el déficit.

Snowe dijo que su voto era un signo de confianza en el proceso, pero que no garantiza que votará a favor de la reforma cuando llegue al pleno del Senado.

A Snowe le preocupa en particular que la reforma no permita que los seguros sean accesibles para los individuos y las empresas.

En Maine, por ejemplo, los costes de un seguro pueden ascender a 12.000 dólares anuales por individuo y a 24.000 dólares por una familia de cuatro personas, según Snowe.

En contra de las otras cuatro versiones que hay en el Congreso de EE.UU., el proyecto aprobado hoy excluye la llamada "opción pública" en la que el Gobierno podía competir con las aseguradoras privadas, tal como exigen los grupos progresistas para ampliar las opciones y reducir los costes.

La iniciativa aprobada incluye protecciones a los consumidores, impuestos a las aseguradoras, establece un "intercambio de seguros" a nivel estatal y ofrece subsidios federales para las familias de bajos ingresos.

Además, prohíbe que las aseguradoras nieguen cobertura basadas en condiciones médicas preexistentes.

El sistema nacional de salud representa una sexta parte de la economía estadounidense y aun así se calcula que alrededor de 47 millones de personas carecen de cobertura en Estados Unidos.

El senador Charles Grassley, el republicano de mayor rango en el Comité de Finanzas del Senado, alertó de que éste se aproxima cada vez más hacia un mayor control federal del sistema de salud.

Hallado muerto el ex ministro nipón de Finanzas

El ex ministro de Finanzas japonés Shoichi Nakagawa ha sido hallado muerto este domingo en su domicilio, siete meses después de su dimisión por comparecer con síntomas de embriaguez en una rueda de prensa posterior a una reunión del G-7 en Roma.

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