Cuando aún echa humo la polémica sobre los test psicotécnicos en las pruebas de acceso a la Policía Local se abre un nuevo frente que ataca directamente al cuerpo más polémico, la Unidad de Intervención Rápida. Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado al domingo. El resultado es una nariz rota, un hombro que previsiblemente tendrá que ser operado y un riñón con una fisura. Dos jóvenes vapuleados por un agente de la Unidad de Intervención Rápida en una supuesta reyerta, otro agente herido. Un joven, Fernando Navas, imputado por agredir a un agente, y otro agente también imputado por las agresiones al otro joven, Cristóbal Yáñez. Y todo en los juzgados con dos versiones hechas públicas que no concuerdan y que arrojan muchos interrogantes sobre la actuación de la Policía Local la pasada madrugada en el Poblado Marinero.