lecciones

Las lecciones del Rey

En la España de la crisis económica, de medio siglo de ignominia en las pistolas y las bombas etarras, de los incendios forestales provocados y de las guerras por la financiación autonómica o por el agua, emerge, poderosa y cercana, la figura del Rey Don Juan Carlos, como símbolo del país unido, solidario, cuerdo, tenaz y bienintencionado con el que soñamos una inmensa mayoría de ciudadanos. Reconocer los méritos de Don Juan Carlos, y tratándose de una Monarquía parlamentaria, es también subrayar el mérito del pueblo español, de esos cuarenta y pico millones de personas que cada día dan gracias a los cielos porque ha salido el sol y se angustian cuando contemplan las estadísticas del paro o las necesidades de amplias capas de la sociedad. Los españoles hemos aprendido, a lo largo de más de treinta años, que el Rey sabe estar donde debe en cada ocasión, y que su actual presencia en Palma de Mallorca tiene mucho de signo de apoyo a una comunidad recientemente golpeada por la vileza terrorista, de solidaridad con las familias de los dos guardias civiles asesinados, y de proclama ante el mundo de que en España prevalece abrumadoramente la paz y la seguridad por encima de la intención de los etarras y de algunos medios de comunicación extranjeros que hacen todo lo posible por desacreditar uno de los grandes destinos turísticos del planeta. Y del mismo modo que en la intentona golpista del 23-F Don Juan Carlos supo estar a la altura de las circunstancias, para defender la democracia y la libertad de todos los españoles, ahora, y en otras muchas ocasiones, y tal como es seña de identidad de su talante, también está, insistimos, donde debe estar. Me imagino que, como ser humano, en los más íntimos sentimientos de Don Juan Carlos también hay preocupación y pena y dolor y hasta un cabreo espontáneo cuando las cosas que se podrían hacer bien no se hacen, y cuando se renuncia a la excelencia, y cuando se perciben signos de pesimismo o de agotamiento. Vivimos en una situación global difícil, con las circunstancias negativas que pueda añadir la singularidad española. Pero la paz y el esfuerzo cotidiano y el darse la mano y el arrimar el hombro es el camino para hacer frente a esas dificultades. Es una lección que se aprende atendiendo a la actitud serena y comprometida del Rey Don Juan Carlos.

El PSPC cree que el Gobierno no puede "dar lecciones a nadie" sobre acatar sentencias

El Partido Socialista del Pueblo de Ceuta ha indicado en una nota de prensa que el Gobierno de la Ciudad no pueda "dar lecciones a nadie" sobre acatamiento de sentencias, después de que la portavoz Yolanda Bel aconsejara al PSOE que no recurriese el fallo del TSJA sobre las cámaras de vigilancia. El PSPC ha recordado que el Gobierno sí presento recurso sobre otra sentencia firma del mismo tribunal, la que indica que la edificación de la Manzana del Revellín es ilegal, ya que destina el 50 por ciento de la superficie a equipamientos comerciales.

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