Opinión
No suelo ser una persona que ataque a los partidos de izquierda, salvo que estos partidos arremetan contra mis principios. Creo que la lucha para recuperar todos los derechos perdidos y arrebatados por la derecha más rancia sólo pueden tener un camino, destruyendo al Partido Popular. Si disipamos las energías jugando al despistes, nos acabaremos perdiendo en un horizonte sin luz. Pero claro, si estos partidos manipulan, mienten o se saltan el código ético, evidentemente es imposible y muy difícil mantenerse callada. En estos momentos voy a referirme a Podemos de Ceuta, aunque no sé si con esto me estoy refiriendo a su padrino, Caballas. Con Podemos siempre me he mantenido al margen, con Caballas evidentemente no. No callé cuando no dudaron en poner sus recursos contra mí por denunciar a un extremista, ni cuando llamó tonto útil al que era mi Secretario General, ni cuando apoyó una subida del IPSI, ni cuando votó en contra de las propuestas LGTB o del aborto, y mucho menos cuando acordó con mi partido un asesor a cambio del voto para la Vicepresidencia. Y ahora, en medio de la campaña, Podemos ha lanzado un video afirmando que nos estamos copiando en sus propuestas de reforma de la Constitución. ¿Sabe Podemos de Ceuta que llevamos hablando de esa reforma desde la Conferencia Política de Rubalcaba? Seguramente no, y no lo saben porque en esa época ni siquiera existían.