No es la Mochila, pero cada vez está más cerca de contar con su mismo (o parecido) número de adeptos. Halloween, esa festividad importada del país del Tío Sam; esa misma que cada mes octubre colma de telarañas, calaveras y demás enseres rocambolescos hasta los escaparates de las farmacias (en serio, ni las peluquerías se salvan ya); esa que, por su solo encanto, despierta todos los años entre los más pequeños de la casa un sentimiento de incontenible devoción.

Sabedora del tirón que suele tener la fiesta del célebre 'truco o trato', la Asociación El Solitario ha vuelto a hacer aquello que mejor se le da: organizar una ronda de juegos de mesa. Ojo: no una cualquiera; una atravesada por el terror que tanto caracteriza a la víspera del siempre desapacible Día de los Muertos.

Específicamente engalanada para la ocasión, la sala de usos múltiples de la Biblioteca Pública Adolfo Suárez ha vuelto a hacer las veces de escenario de un evento de esos que tienen algo más que simple gancho. Cuatro horas, siete mesas, chocolatinas, chucherías, una decoración espeluznante, un catálogo de juegos para todos los públicos: esa ha sido la propuesta con la que la entidad que encabeza Daniel Vicente ha logrado seducir -un curso más- a un buen puñado de familias.

A ojo de buen cubero, el que escribe estas líneas diría que han sido alrededor de veinte los valientes que no han dudado en cambiar una tarde de cafés, columpios y toboganes por una plácida sesión de tableros. Para más inri, la actividad ha servido a todos esos valientes para permanecer momentáneamente a resguardo de ese frío que parecía que no iba a llegar nunca pero que ya ha llegado (vaya que si ha llegado...).

Vicente y los suyos prometieron hace escasamente una semana que todos aquellos que acudieran disfrazados serían seleccionables para participar en el sorteo de "algún que otro regalo terrorífico". Los asistentes no han podido tomárselo más en serio; había disfraces de todos los colores (literalmente). Bien es cierto que, siendo el pretexto 'algo gratis', ¿quién no iba a querer aprovechar la coyuntura?

Claro está, el plato fuerte de la iniciativa han vuelto a ser los propios juegos. Había para elegir: La escalera encantada, Nieblas sobre Carcassone, Transilvania, El resplandor y hasta La matanza de Texas, que se ha erigido en "la principal novedad de este 2023". Lo que tampoco ha faltado han sido los zombis (¡que estamos en Halloween, hombre!). Zombicide ha sido el aperitivo; The Walking Dead, la guinda del pastel.

Al ser la oferta tan amplia, el grado de dificultad va de un extremo a otro, de punta a punta. Dentro de la vorágine de diversión que la jornada acostumbra a ser, siempre hay juegos que, por su complejidad, no son nada fáciles de entender. Por fortuna para el grueso de los concurrentes de esta última edición, no hacía falta saber jugar. Nunca ha sido necesario, de hecho. "Para eso estamos nosotros, para enseñar a todos los que vengan", detallaba el mismo Vicente.

Con esta última, ya son ocho las veces que El Solitario ha logrado reunir en un mismo espacio a los ceutíes más forofos de la noble práctica de los juegos de mesa; ocho, pero sin contar el resto de eventos ajenos a Halloween, que han sido unos cuantos más. "Estamos muy contentos por la buena acogida que tenemos todos los años", concluía Vicente.