El caminar juntos merece la pena
Merece la pena, de verdad. Con esta argumentación al menos ningún ceutí se podrá sentir discriminado en su tierra. Avancemos en la idea positiva que enfrentará distintas formas de concienciar la base ideológica, miremos hacia ambos lados y adivinemos un futuro que se nos presente esperanzador y que lo hagamos con la normalidad especifica de una tierra que por herencia nos tiene acostumbrados a la dicotomía. Ahora llega el momento de unir la rama al tronco, enriquecernos los unos a los otros sin que eso entorpezca las relaciones unilaterales con nosotros mismos Encontraremos obstáculos y nos pondrán zancadillas, sobre todo algunos de los que ahora demuestran afecto sin valorar la capacidad de vinculación del proyecto, sin entender que los caminos se cruzan y se estrechan a la vez que el agua se esconde en las nubes. El echo inevitable que los caminos lleguen al mismo sitio en un futuro ya muy próximo, acrecentara la labor pedagógica de los que dirijan el proyecto, cambiara la formas de situar los contextos, en el mismo momento que vayan cayendo por su propio peso las iniciativas, los nuevos retos y por supuesto los resultados.