El acceso a la financiación de las pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas es actualmente peor que el de la media de países europeos tras un periodo anterior de notable bonanza.
    Esta conclusión se desprende de una encuesta sobre el acceso a la financiación que el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE) hicieron a 8.500 pymes, 6.000 de ellas del área del euro, entre el 17 de junio y el 23 de julio, y que publicaron hoy.
    La situación de las pymes en España es peor que la media europea, ya que las pymes españolas vivieron anteriormente una época muy buena, también mejor que la de otros países, con el fuerte auge del sector inmobiliario.
    Una tercera parte de las pymes de la zona del euro observó un deterioro de su acceso a los créditos bancarios y prevé pocos cambios en su capacidad para obtener financiación los próximos meses.
    La entidad monetaria europea también dijo que el acceso a la financiación de las empresas alemanas es mejor que la media europea.
    Las pymes son muy importantes en la zona del euro ya que representan un 99,8 por ciento del total de empresas y proporcionan un 70 por ciento del empleo.
    La dependencia de las pymes de la financiación bancaria es mayor que la de las grandes empresas.
    En una encuesta anterior del BCE, un 41 por ciento de empresas grandes consideraron un empeoramiento de la oferta de créditos bancarios.
    En la última encuesta, un 30,4 por ciento de las 505 pymes españolas consultadas consideró que su principal problema actualmente es encontrar clientes y un 26 por ciento, su acceso a la financiación.
    En cambio, un 29,8 por ciento de las 628 empresas alemanas consultadas señaló que su principal problema es encontrar clientes y un 15,3 por ciento, su acceso a la financiación.
    En el caso de Francia, un 29,1 por ciento de las 432 empresas encuestadas consideró que encontrar clientes es su principal problema y un 18,6 por ciento su acceso a la financiación.
    Los factores que influyeron en el empeoramiento de la oferta de financiación para las pymes de la zona del euro fueron, por ejemplo, las perspectivas económicas generales: un 54 por ciento de pymes observaron un empeoramiento.
    Este porcentaje es la diferencia entre el 63 por ciento de empresas que consideraron un deterioro y el 9 por ciento que vio una mejora.
    En general, las pymes de la zona del euro recurrieron principalmente a los bancos para buscar financiación externa, han estado más afectadas por la recesión económica que las empresas grandes y vieron aumentar sus necesidades de financiación.
    Las pymes europeas informaron de un empeoramiento de su acceso a la financiación en el primer semestre de 2009 pero recibieron en su mayoría sus solicitudes de créditos.
    Aquí también hay diferencia entre países, más pymes españolas tienen en la actualidad dificultades para lograr los créditos bancarios que solicitan en comparación con las empresas de otros países europeos.
    En España, un 42,9 por ciento de pymes consiguió en el periodo encuestado todos los créditos solicitados a los bancos y un 31,1 por ciento logró sólo una parte de la financiación solicitada en los últimos meses a los bancos.
    En el caso de las empresas grandes españolas, un 40,1 por ciento señaló que obtuvo todos los créditos pedidos y un 34,7 por ciento sólo una parte.
    En el caso de Alemania, un 67 por ciento de las pymes encuestadas logró toda la financiación y un 13,4 por ciento sólo parte de ella. Entre las grandes empresas alemanas, el 80,3 por ciento de ellas consiguió todos los créditos y el 10,7 por ciento sólo parte.
    Las empresas españolas también acusaron un aumento mayor de los tipos de interés bancarios que sus homólogas europeas.
    Un 35 por ciento de las  pymes españolas sufrió en los últimos seis meses un incremento de los tipos de interés por parte de los bancos. El porcentaje aumenta hasta el 43 por ciento en el caso de las empresas grandes.
    Sin embargo, en Alemania un 24 por ciento de las pymes consideró incluso que los bancos comerciales redujeron los intereses.
    Las grandes empresas alemanas sí sufrieron un aumento de las tasas de interés en los últimos meses.