«Estado de guerra» en Pakistán
ISLAMABAD- El ministro del Interior paquistaní, Rehman Malik, declaró ayer que su país está «en estado de guerra», después de que los talibán cumplieran sus amenazas con un doble atentado suicida perpetrado la víspera en la Universidad Islámica en Islamabad. Aunque su discurso sonó demasiado vehemente, lo cierto es que prácticamente todo el país está paralizado.
El hecho de que el objetivo del ataque fuera la institución educativa ha sembrado el pánico entre la población civil. «Vivimos bajo amenaza constante. Si pueden atacar una universidad, pueden atacar en cualquier parte», dijo angustiado un vecino de Islamabad. El Gobierno paquistaní decretó ayer el cierre de todos los centros educativos y universidades durante una semana, por temor a nuevos atentados. Una medida que afectará a millones de alumnos y estudiantes universitarios de las cuatro regiones del país y las áreas tribales de la frontera noroeste.
El ministerio de Educación del país islámico admitió que, debido a las amenazas recibidas en los últimos días, «hemos decidido cerrar las puertas de todos los centros estatales, escuelas privadas y asociaciones militares, mientras continuamos evaluando la situación». Se espera que los alumnos puedan retomar las clases en los colegios y universidades a partir del próximo lunes.
La ofensiva militar contra los insurgentes en Waziristán del Sur, que ayer entró en su quinto día, parece que podría durar más de lo previsto. Por ese motivo, las autoridades se están planteando tomar medidas de seguridad a largo plazo para proteger los centros educativos. Los cerca de 25.000 soldados que combaten en el terreno contra un batallón de 10.000 insurgentes se enfrentan a la dificultad orográfica de la zona. El difícil acceso, debido a la presencia de minas y los fieros choques, está frenando el avance de las tropas en el bastión de los talibanes. «El Ejército avanza lentamente y consolida progresivamente sus posiciones», estimó ayer una fuente militar. En los últimos enfrentamientos, al menos quince insurgentes y tres soldados perdieron la vida. La batalla más dura se libró en torno a la localidad Kotkai, aldea natal del líder talibán, Hakimula Mesud, donde los insurgentes atacaron a las tropas y causaron dos muertos y cuatro heridos.
Otros siete insurgentes fueron abatidos en la operación de rastreo que siguió a la toma de la población de Malik Sahi, y otros ocho en una operación similar en el pueblo de Khaisura. El Ejército también efectuó una operación de rastreo en el municipio de Sherwangi, donde encontraron una fuerte resistencia de terroristas uzbecos.
En los choques, un soldado murió y tres más resultaron heridos. Además, en esta localidad, los militares se incautaron de un arsenal compuesto de artefactos explosivos, rifles, lanzagranadas y munición, entre otros.
Ocho de los miembros del Ejército de Pakistán que un grupo de insurgentes tenía como rehenes en un edificio del cuartel general de la ciudad de Rawalpindi han sido liberados, informó una fuente militar citada por la cadena privada "Dawn".
Al menos cuatro terroristas, que hoy atacaron el complejo militar, habían tomado a entre diez y quince personas como rehenes, incluidos soldados y funcionarios.
Ocho muertos en el ataque
Al menos cuatro soldados y otros cuatro presuntos milicianos han resultado muertos hoy sábado durante el ataque contra el cuartel del Ejército en la ciudad paquistaní ...
Al menos cuatro soldados y otros cuatro presuntos milicianos han resultado muertos hoy sábado durante un ataque contra el cuartel del Ejército en la ciudad paquistaní de Rawalpindi, seguido de un intenso tiroteo contra las fuerzas de seguridad, que tienen ya la situación "bajo control", según informaron fuentes militares.
El tiroteo, según los testigos, comenzó cuando una camioneta Suzuki conducida por hombres armados disfrazados de soldados, fue interceptada durante un chequeo de rutina en un puesto de control anexo al cuartel militar. Al ser descubiertos, los supuestos guerrilleros comenzar...