Los jurados tienen la costumbre de no acertar, pero éste año el encabezado por Laurent Cantet ha logrado el más difícil todavía: eclipsar al primer premio. Las discusiones no se centrarán en si la superproducción china “City of Life and Death”, de Lu Chuan, era merecedora de
Pineda es el primer diplomado universitario europeo con síndrome de down y a partir de hoy, el primer no actor con esa deficiencia que obtiene un premio de interpretación internacional por encarnar a un personaje inspirado en él mismo en “Yo, también”, de los debutantes Ávaro Pastor y Antonio Naharro.
Esta decisión ensombrece también el éxito del cine español en la muestra, pues su compañera de reparto, Lola Dueñas, se ha hecho con el galardón de interpretación femenina, y Javier Rebollo emerge como mejor director por “La mujer sin piano”, un ejercicio estilístico a partir de la crisis de una ama de casa a punto de entrar en la menopausia.
La cuota francesa parecía obligatoria, pues había tres filmes a competición de esta nacionalidad y el presidente de los jueces también viene de París. El distinguido ha sido François Ozon, por “Le refuge”, premio especial del jurado. Sin duda la propuesta menos fallida de la decepcionante representación gala en la muestra.
La gran decepción tiene nombre argentino: Juan José Campanella, que logró el apoyo unánime de crítica y público con “El secreto de sus ojos”, pero que no ha contado con el beneplácito del jurado
