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Opinión

El síndrome Berneri

- La información, esa que condena al periódico del día a ser viejo y carne de hemeroteca a las doce de la mañana, siempre nos trae inequívocas indicaciones del rumbo que están tomando las cosas… algunas veces por lo que evidencia, y en la mayoría de las ocasiones por lo que esconde.

Guardiola y el síndrome de Stendhal

Entre las ganas de huir y la necesidad de seguir disfrutando de un equipo único se debatió Pep Guardiola en un diálogo de hora y media con el periodista Ramon Rovira, en el Palau de la Música de Valencia, ante unos 1.800 clientes del banco de Sabadell. Fascinada la audiencia ante las reflexiones del entrenador del Barça, que apeló al síndrome de Stendhal -la enfermedad del individuo expuesto a obras de arte especialmente bellas- para explicar cómo se siente ante la exhibición azulgrana en los últimos cuatro años. Una generación única a la que rindió constante homenaje después de ser seducido una vez más por sus jugadores tras ganar el día anterior en Hospitalet 0-1 con un gol de Iniesta en la Copa del Rey. "A estos tíos les flipa jugar, lo llevan en las entrañas. Ayer noche en Hospitalet, un pueblo pequeñito, Xavi, Iniesta, Cesc y Villa corrieron como si le fuera la vida, hasta el minuto 90 presionando al portero, y dentro de dos días juegan en Wembley. Hoy les llamo y tienen los gemelos fundidos. Ahora cuando un deportista diga que está cansado, le dirán: 'mira a esa gente'. Lo tienen todo: dinero, mujeres, títulos... y van a tope. Metí a cinco del filial para que vieran lo que significa competir. Y eso que Xavi estuvo cinco años sin ganar nada, le silbaban y lo querían echar. Es una generación única por su amor a este juego. La satisfacción mayor es que nos digan que les gusta vernos jugar, como te gusta ir al cine o al teatro. Han ganado 12 de 15 títulos; y con otros jugadores habría sido imposible".

Los ópticos alertan a quienes usan mucho el ordenador sobre el síndrome visual informático

- El Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla advierte de la necesidad de tomar precauciones para no padecer "visión borrosa, fatiga visual, dolor ocular, mareos, nerviosismo o dolores de cabeza, cuello o espalda"

- Parpadear con frecuencia, ajustar los controles de la pantalla y poner el monitor "a una altura un poco más baja que la de los ojos" son algunos de los consejos de los especialistas

Opinión

El síndrome de la dinamométrica

- La bronca es total. Los ataques se llevan a cabo sin piedad y, aunque los resultados hayan sido positivos, el “todo vale” se ha instalado en una situación en la que el nivel de ruido supera, con creces, el peso de las nueces.

Messi, ante el síndrome de Thomas Alva Edison

Los grandes genios nunca tienen bastante. Thomas Alva Edison era ya millonario a los 32 años después de haber inventado el fonógrafo dos años antes siendo empleado de la Western Union. Este pelotazo, al más puro estilo Bill Gates del siglo XIX, le llevó a aceptar la oferta de JP Morgan. El mandamás de los banqueros estadounidenses de la época, le puso la pasta suficiente para fundar la General Electric, empresa que aún fabrica la mayoría de los contadores de luz que tenemos en casa. Edison podía haberse dedicado por aquel entonces a tumbarse a la bartola y a vivir de los pingües beneficios que reportaban sus ocurrencias, pero estaba enfermo por pensar tanto. Al final de su vida, había consignado unas mil patentes. Lo que significa que durante su edad adulta inventó un cachivache más o menos útil para el personal cada quince días.

«¿Síndrome de Ehlers-Danlos?, ¿esos no son los del circo?»

Su aspecto físico a primera vista es el de una persona sana, pero Dolores Mayán, de 52 años, ha convivido toda su vida con Ehlers-Danlos, aunque hasta hace 23 años ni ella ni los médicos lo supieran. Ehlers-Danlos es una enfermedad degenerativa caracterizada por hiperlaxitud articular (articulaciones más flexibles de lo habitual) , hiperextensibilidad de la piel y fragilidad de los tejidos. ¿En qué se traducen esos síntomas? Pues en que Dolores a día de hoy no puede ni siquiera sujetar un teléfono mientras habla porque el hombro se le descuelga, ni mantener un libro mientras lo lee porque se ...
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