soledad

Soledad Puértolas ingresa en la Real Academia Española

Aliados. Los personajes secundarios del Quijote. Así ha titulado la novelista Soledad Puértolas (Zaragoza, 1947) su discurso de ingreso en la Real Academia Española, leído ayer. A las siete en punto, la escritora entró en el salón de actos de la RAE flanqueada por José Luis Borau y José María Merino, los dos últimos académicos en ingresar en la llamada docta casa. Allí le esperaban sus nuevos compañeros y, entre el público, su editor, Jorge Herralde, de Anagrama, y un buen puñado de colegas: José María Guelbenzu, Marina Mayoral, Luis Antonio de Villena, Luisa Castro, Ana Rosetti, Vicente Molina Foix, Carmen Posadas o Marcos Giralt Torrente. También había tres ex ministros de Cultura: César Antonio Molina, Carmen Alborch y Javier Solana, con el que la propia Puértolas colaboró en sus años en el ministerio de la Plaza del Rey.

‘Confesiones muy íntimas’, o la soledad en clave de humor en el Siete Colinas

La soledad y la necesidad de ser escuchado. Un tema teledirigido al drama pero que ayer fue tratado en clave de comedia en el salón de actos del Instituto Siete Colinas. ‘Confesiones íntimas’ trajo ayer a las tablas del pseudoteatro local a actores como Manuel Tejada, Sole Palmero, Juan Fernández y Remedios Cervantes; éstas dos últimas productoras además de la obra.

La soledad puede ser contagiosa

Tener una pareja o una familia conflictiva, estar divorciado o en estado de viudedad favorecen el sentimiento de soledad, que también puede contagiarse.  Leer

Playa y Soledad

El sol ha vuelto a hacer su aparición en Ceuta este fin de semana. ¡Qué maravilla! Me levanté temprano, recogí la casa, me puse el bikini y bajé a comprar el periódico. Paseé hasta la playa sin prisa y me senté alli a leer. Sola pero a gusto. Esa es la soledad que me gusta, la de tener alerta todos los sentidos, oir las olas del mar, sentir la arena bajo mis pies, leer las noticias... maravillosa sensación que me dejó para todo el día relajada y con ánimo para ponerme a estudiar (eso sí, sin saber aún mis notas del primer parcial).

Después de semejante domingo el día de hoy ha sido bastante complicado. Para empezar cuando me he levantado me he dado cuenta de que el sol había vuelto a abandonarnos. Las nubes encapotaban el cielo ceutí y creo que, en parte, también mi ánimo. La mañana ha sido estresante, minutos antes del Hora14 aún quedaban cortes por sacar y eso me rompe los nervios. Después he vuelto a casa, he comido y me he preparado para la tarde de trabajo. La tarde tampoco ha sido fácil, el día estaba así y hay que aceptarlo. Me hubiera gustado que estuviera conmigo mi familia o Diego y poder terminar el día con un achuchón que dijera que mañana será diferente. Creo que todas estas sensaciones son las que te ayudan a madurar y esa es la soledad que no me gusta. A veces tengo ganas de volver a casa, de hacerme pequeñita y abrazarme a mi madre en el sofá. No creais, a veces cuando estamos juntas lo hago y ahora lo echo mucho de menos.
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