Resquemor en el tratamiento de basuras: Cuatro años con el contrato caducado frente a una municipalización exprés

El contrato para la gestión de la planta de transferencia de residuos de la Ciudad, y por ende para su tratamiento y traslado a la Península, lleva cuatro años caducado. Una situación cuento menos anormal, sobre todo cuando el portavoz del Gobierno y consejero de Fomento, Alejandro Ramírez, tachó semanas atrás de “irregular” otra prórroga por decreto, en aquel caso con Trace durante los primeros meses de 2024 para justificar el interés en municipalizar la limpieza viaria “lo antes posible”. Una decisión que para los empleados en residuos tuvo más que ver con cuestiones de "figuras políticas" que con un "ahorro o mejora" en el servicio.

Urbaser, con su marca local EcoCeuta, lleva gestionando la planta y encargándose del tratamiento de la basura desde 2010, cuando firmó un contrato por seis años, que contemplaba a su vez dos posibles prórrogas de dos más cada una. Casi un lustro después de su caducidad y sin una actualización de cuantías propia de un nuevo acuerdo, sigue manteniendo la actividad, pero con severos problemas y sin que la Ciudad haya "dado de momento pasos para solucionarlos".

Además del recurrente inconveniente con el barco que lleva los residuos a la Península, las indagaciones de este medio indican que el servicio está a punto de convertirse en un nuevo polvorín para el Gobierno debido al sentimiento de “agravio y abandono” que percibe la plantilla en relación a otras actividades, como la limpieza viaria. Su voluntad es ser municipalizados: “Solo somos veinte trabajadores”, apostillan.

Carencias, agravio comparativo y conflicto laboral

El primer problema, según fuentes de la plantilla de Urbaser consultadas por ceutaldia.com, tiene que ver con la ausencia de un nuevo contrato, lo que evita una actualización razonable de los términos económicos. “La empresa se niega a hacer inversión porque no tiene nada seguro y lo mismo pasa en el caso de la naviera”. Por tanto, detrás de los problemas en el servicio, con máquinas ocasionalmente estropeadas en la planta de transformación y complicaciones para contar de manera regular con un buque para sacar la basura de Ceuta, se encuentra el tira y afloja entre Urbaser y la administración: “Se tiran la pelota los unos a los otros”.

Afecta esta gestión, al límite de lo regular, a las condiciones laborales del equipo, formado por veinte personas, cinco de ellas a tiempo parcial durante los fines de semana. Varios empleados consultados alucinan con "la rapidez" con la que se procedió a "absorber a 500 empleados de Trace", mientras que su servicio ni siquiera cuenta con contrato en vigor desde hace cuatro años.

Entienden que de haber voluntad, lo más lógico sería la municipalización, deseo final de los trabajadores y que ya han expresado en diversas ocasiones Ceuta Ya! y Comisiones Obreras. Esto permitiría poner fin a una de las grandes quejas de la plantilla: Que los contratados a tiempo parcial puedan pasar a contar con jornadas de 35 horas tal y como aprobó la ciudad en su reglamento en el año 2022.

La sensación que transmiten es que, "de haber hecho ruido como Trace, con huelgas y dando problemas" la atención del Gobierno hacia el servicio hubiera aumentado. "Ahora ya nos lo estamos planteando, quizá no tengamos otra opción", añaden.

Rumorología sobre posibles UTE

Fuentes oficiales de la Ciudad señalaron a principios de enero la intención de pasar durante ese mismo mes por Consejo de Gobierno una propuesta de gasto plurianual para el contrato de la planta de transferencia. Sin embargo, nada nuevo se ha sabido al respecto más de dos meses después.

Los trabajadores preguntados por este medio indican que la rumorología apunta a que Urbaser se presentará en esta ocasión en Unión Temporal de Empresas (UTE) con otra firma para hacerse cargo del servicio. Eso sí, no especifican cual sería la otra pata de la alianza.

La que no acabó de cuajar, pero también sonó en el seno de la plantilla fue una posible entente con Trace, en caso de que no se llegara a la municipalización, de cara a un hipotético mega contrato que incluyera tanto la limpieza viaria como el tratamiento de residuos y su salida a la península: "Hubo habladurías, pero nunca llegó a concretarse", explican.

Actualidad del servicio y efectos sobre el ciudadano

Mientras todo esto sucede, el transporte de la basura desde Ceuta a la Península sigue dando bandazos entre barcos. Peregar, pequeña naviera malagueña a la que la concesionaria del contrato de tratamiento y traslado de residuos de Ceuta -Urbaser- recurre para disponer de buque para el servicio, acaba de alquilar el 'Mistral'. Un navío que pasará "diariamente" por la ciudad autónoma, sustituyendo al 'Al Ándalús Express', que se pretende sea el último hasta que se adquiera uno definitivo.

Fuentes internas de Urbaser aseguraban semanas atrás a este medio que, a la vista de la posible renovación del contrato con la Ciudad, la idea es que Peregar adquiera un barco para el traslado permanente de los residuos. Con ello podría finalmente terminarse con el problema (aunque habría que ver si dispone de dinero y luego tener presente el mantenimiento) que se viene arrastrando desde hace meses, que tiene que ver con lo costoso y complicado de alquilar buques para este propósito.

Sin visos de municipalización del servicio y a la vista de los numerosos contratos (por parte de la Ciudad y el Ingesa) que ha recibido EcoCeuta S.L. (marca local de Urbaser), la compañía es la única opción factible de cara a la nueva licitación del Ejecutivo Local. Mantendrá pues la planta de tratamiento -"obsoleta por la falta de inversiones, que se demoran con la excusa de que la renovación del acuerdo con el Gobierno no es segura"- y deberá dar solución al asunto del transporte.

De ser cierto lo planteado por dichas fuentes internas, los movimientos para adquirir un barco están en marcha, aunque todavía no hay fecha: "Podrían ser dos meses o seis, no sabemos", reconocían entonces.

En todo esto influye enormemente la acumulación de contratos por parte de la empresa. Y es que, hace unos meses el Ingesa ya prorrogó con Urbaser la recogida de una gran variedad de desperdicios del edificio situado en la Avenida Otero por 12.500 euros. También la Ciudad extendió el acuerdo para el tratamiento de los neumáticos usados.

Asimismo, en algún momento de este año debería pasar por Consejo de Gobierno la consignación de gasto plurianual para el tratamiento y salida de la basura hacia la Península de toda la ciudad autónoma. Esto implicará con casi total seguridad que Urbaser reciba de nuevo la concesión de la planta de tratamiento del Monte Hacho, ya sea en solitario o en UTE.

De hecho, a la vista de los contratos que la firma continúa recibiendo, de no obtener ese privilegio, el problema podría trasladarse al Ingesa (también al Ejecutivo local por las ruedas usadas), al dejar de disponer su empresa concesionaria de un lugar donde realizar los procesos necesarios para compactar los residuos antes de que salgan en un barco camino de la Península.

Por el momento, el problema que ha venido teniendo Ceuta con la basura comienza justo en ese punto, cuando un buque debe llevársela del norte de África. Y es que, como EcoCeuta S.L. (Urbaser) carece de navío, debe alquilarlo, y hasta ahora ha decidido hacerlo con Peregar, una pequeña naviera de Málaga que tampoco tiene en su flota barco que sirva para estos menesteres. Por eso lo subarrenda con otros armadores, lo que ha llevado a severos contratiempos en la frecuencia de recogida.

Con el 'Mistral' se pretende ahora evitar problemas de acumulación de basura en la planta del Hacho y allanar el camino hacia un nuevo acuerdo con la Ciudad, comenzando las maniobras para la adquisición de un buque a través de Peregar.