Todo en el caso Emvicesa parece paranormal
La defensa de López ha llevado este jueves al juicio del Caso Emvicesa a dos peritos expertos para contradecir los informes de la investigación policial. En un caso por el volcado y análisis de los dispositivos digitales de López y en el otro el informe sobre su patrimonio
La defensa llama a dos peritos para cuestionar el trabajo técnico de la investigación policial en lo referente a las finanzas de López y al volcado de sus dispositivos electrónicos. Uno de esos dispositivos viajó por Málaga y Madrid, e incluso Ceuta, cuando en teoría estaba custodiado en el juzgado, según la información extraída del GPS

Para algunas de las cosas que se están dirimiendo y poniendo sobre la mesa en la vista oral que juzga el denominado Caso Emvicesa más que un Tribunal presidido por magistrados parece que haría falta otro presidido por el divulgador de lo paranormal, Iker Jiménez. Acaba por parecer un traje a medida que el caso arrancara con la publicación de una lista en un periódico que se denominó desde el minuto uno como “lista fantasma”. Y es que hay muchas cuestiones espectrales en todo el caso. Este jueves, sin ir más, lejos, la sesión del juicio ha comenzado con la declaración de dos peritos citados por la defensa de López, precisamente para poner en cuestión informes policiales que incriminan al ex gerente de López. El primero para poner en duda la cadena de custodia de las pruebas digitales extraídas de los volcados de los dispositivos electrónicos de López: teléfonos móviles, tabletas y ordenadores.

Una declaración que probablemente habría hecho las delicias de cualquier loco de la informática. El perito en cuestión, de acreditado prestigio, ha ido explicando técnicamente que en lo referente a esas pruebas no se guardó el celo necesario. Tanto así que alguno de los dispositivos viajó por el sur de España y hasta Madrid cuando debía estar custodiado en el juzgado. Información que pudo comprobar al ser autorizado por el Tribunal para hacer un estudio del mismo a petición de la defensa de López.

Cuando se suponía que el dispositivo estaba en Ceuta en el juzgado, el GPS, con un error de 8 metros lo situó en varias ocasiones y fechas distintas en Málaga, luego en la Comisaría de Colón, luego en Madrid.

Cuestiones técnicas relativas al IMEI, a la ubicación de los GPS y a otros números que tiene internamente cualquier dispositivo y vienen a configurar una especie de ADN de cada móvil o tableta. Y ese paralelismo del ADN es el que ha usado el experto para tratar de hacer asequible a la sala lo que estaba explicando. “Es como si tenemos una botella para sacar el ADN de un sospechoso y dejamos que beba otra persona”, ha llegado a decir.

Igual con las conversaciones de WhatsApp y Telegram, faltan en muchos casos en el informe policial el contexto porque no se reverencian enteras. Pero quizás lo más grave es que faltan semanas entera, del 23 de octubre al 16 de noviembre, de la actividad de las comunicaciones intervenidas por orden judicial. Y eso al experto le llama más la atención aún teniendo en cuenta que el sistema que se usa para estos casos es infalible e incluso aunque no se referencia en la investigación esa información debería quedar almacenada en la herramienta. No hay información entre esos días de ningún tipo.

La Fiscalía ha hecho un leve intento por cuestionar su testimonio, que ha acabado por señalar que en más de 20 años de carrera sólo ha visto algo tan estrambótico en otra ocasión. Pero ha tirado la toalla casi al momento. Preguntó si que la localización de los dispositivos arrojara que estaban en Málaga pudiera deberse a las IP o a las antenas, algo que casi cualquier usuario sabe que en Ceuta habitualmente uno se conecta a nodos de datos que están en realidad en la península. Cuando el perito ha aclarado que las ubicaciones estaban sacadas de la información del GPS del dispositivo se ha acabado la discusión.

Sólo la acusación particular ha logrado dejar un poco en nada la prueba al preguntar si todo eso venía a significar que se hubieran podido manipular los mensajes. Esto es si las conversaciones y documentos extraídos del teléfono son o no reales. Reales sí son. “Lo que no sabemos es si son más” ha contestado el experto.

Finanzas de López

Y para nota en lo paranormal ha sido la testifical del otro perito propuesto por la defensa de López. En este caso para cuestionar el informe de la UDYCO sobre las finanzas de López que apunta a que pudo blanquear. En este caso iba a producirse un careo entre este perito y el policía que había hecho el informe. Se ha renunciado al careo porque el agente, en Madrid no se ha podido conectar al juicio y las partes han renunciado al cruce de valoraciones. Pero sí ha ofrecido su testimonio el experto de la defensa.

De nuevo ha achacado falta de celo a la labor policial. Su trabajo, su estudio sobre las finanzas de Antonio López, lo ha hecho con lo que hay aportado por la Policía a la causa, pero ha lamentado que no estuvieran las escrituras de compra vente de inmuebles o de acciones.

Y lo que sí estaba, la información en bruto de la Agencia Tributaria contenía errores. Su conclusión difiere en unos 300.000 euros de la del agente policial. A él los movimientos de López le arrojan un saldo positivo de 50.000 euros (siempre en términos aproximados) a la policía le salían 250.000 euros en negativo.

Ha desechado cualquier posibilidad de blanqueo en las operaciones inmobiliarias más sonadas, la de los áticos de Marbella. “Antonio López ahí es el paradigma de un oportunista” ha concluido el perito. La vivienda, como otro garaje, la compró a la inmobiliaria de una entidad financiera y para él es imposible que una entidad financiera venda en negro una parte. Sí, los impuestos pagados por el valor catastral a la Hacienda de Andalucía eran por 300.000 euros que los pagados en la compra venta. Pero ha recordado eran los tiempos del rescate a las entidades financieras y estas buscaban quitarse el ladrillo de sus balances como fuera. De ahí el magnífico precio obtenido por López.

En el caso del garaje es aún más raro todo. La diferencia de valor la atribuye a que evidentemente una plaza de garaje no tiene 65 metros cuadrados. Sino que es una parte indivisa de todo el garaje. Y ahí está la diferencia entre el valor catastral y lo que pagó por ella el acusado.

Y por último, ha achacado un error de base en la información que facilita la Agencia Tributaria que reproduce la investigación policial basada en ella. Sí, López vendió miles de acciones de dos valores del Ibex, Telefónica y Santander. Pero acorde a la información y al histórico de cotizaciones, la Agencia Tributaria les atribuye un valor de venta a la baja al que nunca han llegado a cotizar. Tenían mucho más valor. “Desconocemos si hubo ganancia o pérdida en esas operaciones porque no están los documentos que acreditan y detallan esas compras y ventas”, ha explicado el perito.

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