Todo encarrilado para que en abril limpie la calle y recoja la basura una nueva empresa municipal
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Asamblea de los trabajadores de fin de semana de Trace el pasado enero./archivo
El Gobierno espera poder celebrar el Pleno que tome la decisión de municipalizar el servicio durante la primera semana de marzo. De ahí en adelante calcula un mes para que la nueva empresa municipal empieza a operar

El Pleno de la Asamblea para dirimir cuál es el modelo de gestión a seguir con la limpieza viaria y la recogida de basura está previsto que se celebre durante la primera semana de marzo, según ha confirmado el consejero de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Alejandro Ramírez. A partir de ahí, si como todo indica, la decisión es apostar por recuperar el servicio y gestionarlo con medios propios de la Ciudad, se activaría una cuenta atrás que el propio Ramírez estima que podría culminarse la transición de Trace a una nueva empresa municipal en un mes. Lo que supondría que en abril las calles las limpiara esta nueva empresa y la basura también la recogería esta nueva sociedad municipal.

De momento, hasta el próximo día 15 de febrero sigue abierto el plazo de exposición pública durante el que se pueden presentar alegaciones a la memoria que han elaborado los técnicos y que ya recomienda apostar por el modelo de gestión directa, dejando atrás décadas de gestión de este servicio esencial por parte de empresas privadas.

Una memoria que eleva el coste del servicio a unos 30 millones de euros, podrían ser incluso 31 o podrían ser menos, dado que desde Intervención cuando se ha emitido informe favorable sobre la viabilidad económica de la operación se ha apuntado que algunas de las cifras de la memoria podrían ser aún más favorables a los intereses de la Ciudad y el ahorro de 300.000 euros previsto podría sobrepasar el millón anual.

Hasta la fecha, en Medio Ambiente se han recibido sólo 2 alegaciones a esa memoria. Una presentada por el Comité de Empresa y firmada por UGT y otra que pide explorar la posibilidad de integrar a las Brigadas Verdes en esta nueva sociedad municipal.

Una vez se cierre el plazo en la Consejería se han dado una semana para contestar a las alegaciones, las 2 ya presentadas, más las que puedan seguir llegando en estos últimos días. Y cerrar el documento con el que se acudirá a pedir el visto bueno del Pleno para recuperar la gestión directa del servicio.

Con ese sí, lo siguiente sería constituir de forma legal la sociedad municipal nueva, nombrar un Consejo de Administración y elegir un gerente. Y a partir de ahí activar la maquinaria para absorber lo que hasta ahora es Trace. La plantilla en primer lugar.

Según consta en la propia memoria, Trace cuenta en la actualidad con 512 trabajadores, de los que sólo 345 prestan servicio a jornada completa de lunes a viernes y otros 167 son los de fin de semana que estarían a media jornada. Si bien en la propia memoria se habla de mejoras en algunos servicios que supondrían la ampliación del personal en unas 100 jornadas, lo que debería dar en teoría para permitir la integración total de los que están a media jornada e incluso a una treintena más de personas de nueva contratación.

Si dentro de determinados años, algún Gobierno de la Ciudad o una mayoría del Pleno decidiera desandar el camino que se quiere recorrer ahora y volver a poner en manos privadas el servicio de limpieza y recogida de basura, los trabajadores de Trace que ahora se van a integrar como personal laboral de esta nueva empresa y serán a todos los efectos trabajadores públicos, no tendrían demasiadas opciones a negarse a una subrogación que les devolvería al sector privado.

“Sería como cualquier otra subrogación, el que no quiera, no continuaría”, ha explicado Ramírez. Y lo confirman desde los sindicatos: “Ya no es como era antes, ahora hasta los funcionarios podemos ser despedidos si se justifica de forma exhaustiva que el servicio que prestamos ya no es necesario. Montoro prescindió de más de 300.000 trabajadores de empresas públicas en la crisis de 2011”. Es decir, quién no quisiera subrogarse no podría exigir su derecho a encontrar acomodo en otra área de la Administración de la Ciudad Autónoma. Del mismo que ahora quien no quiera subrogarse a la nueva empresa municipal no podrá exigir nada a Trace.

Maquinaria y base

Ramírez cree que en un mes da tiempo a poner en marcha ya la nueva empresa porque a diferencia de lo que sucedió con al municipalización del servicio de autobús urbano, “aquí la maquinaria ya es propiedad de la Ciudad”.

En ese otro proceso de reconquista de lo público, la Ciudad tuvo que alcanzar un acuerdo con la empresa para comprarle su parque de vehículos y tampoco tenía lugar dónde meterlos y necesitó llegar a un acuerdo también por la cochera. Nada de eso concurre en el caso de la limpieza.

La maquinaria ya es propiedad de la Ciudad, dado que así lo establecían los pliegos del contrato que explota aún Trace. Y sobre las instalaciones para albergar los camiones y las oficinas, la Ciudad trabaja ya en la construcción de la nueva base, pero mientras esos trabajos avanzan se ha habilitado una especie de base provisional que se espera que también pudiera estar operativa esta misma primavera.

“Pudiera ser a lo mejor que el espacio para oficinas no fuera suficientemente operativo, pero ya no es lo mismo tener que encontrar un espacio para la parte de Administración, que es más fácil, que para todo lo demás”, ha explicado Ramírez.

Por el camino, además se han ido apagando las voces críticas dentro de la plantilla con el paso de lo privado a lo público y según confirman desde uno de los sindicatos con mayor representación en la empresa en sondeos internos sale que la mayoría prefiere municipalizarse. Con lo que tampoco parece que vaya a existir ahí un obstáculo que pudiera dilatar las cosas.

Todo encarrilado para que en abril limpie la calle y recoja la basura una nueva empresa municipal


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