- jueves 02 mayo 2024
Un tribunal chino condenó este lunes a muerte a seis personas de etnia uigur por asesinato y otros crímenes presuntamente cometidos en los disturbios étnicos en la provincia de Xinjiang, del pasado 5 de julio, en los que perecieron 197 personas y resultados heridas otras 1.600. Una séptima persona ha sido condena por el mismo tribunal a cadena perpetua.
Abdukerim Abduwayit, Gheni Yusup, Abdulla Mettohti, Adil Rozi, Nureli Wuxiu'er, y Alim Metyusup han sido condenados a muerte este lunes por el Tribunal Intermedio del Pueblo en Urumqi, la capital de Xinjiang, mientras que Tayirejan Abulimit fue condenado a cadena perpetua después de confesar haber cometido asesinatos y ayudado a la policía a capturar a Metyusup, informó la agencia Xinhua.
Se trata de la segunda ola de condenas por los disturbios del pasado mes de julio en la capital de la provincia semiautónoma de Xinjiang, que alberga en el noroeste del gigante asiático a la minoría etnica uigur, de religión musulmana.
A Abdukerim Abduwayit se le acusa de haber matado a cinco personas inocentes con un puñal durante las revueltas, haber prendido fuego a un edificio y obligado a otras 13 personas a saltar al vacío de otro edificio.
Por su parte, Gheni Yusup, junto con Abdulla Mettohti, Adil Roziand y Nureli Wuxiuer han sido acusados de matar a palos hasta la muerte a cuatro personas y de herir a una quinta persona. También han sido acusados por robar en comercios y vehículos durante los disturbios. Mettohti está acusado además del asesinado de otras cinco personas que se refugiaron en una tienda que incendiaron.
Alim Metyusup y Tayirejan Abulimit fueron acuasados de asesinar a tres personas y herir gravemente a una cuarta, además de robarles a sus víctimas los teléfonos móviles. Metyusup está acusado de otros dos asesinatos.
Urumqi fue escenario de la peor violencia étnica en décadas el pasado mes de julio, cuando ciudadanos de la etnia uigur --musulmanes de habla turca nativos de la región-- atacaron a ciudadanos de la etnia han --mayoritaria en China-- tras protestar contra ataques a trabajadores uigures en una fábrica en el sur de China ocurridos en junio y en los que murieron dos de ellos. Los han buscaron venganza dos días después.
A principios de septiembre, decenas de miles de han volvieron a manifestarse en las calles de Urumqi para pedir la dimisión del secretario del Partido regional por no garantizar su seguridad. Al menos quince personas fueron detenidas por atacar presuntamente a chinos han con jeringuillas.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, exigió hoy la liberación inmediata de la ciudadana francesa Clotilde Reiss, quien comparece ante la Justicia iraní acusada de espionaje y de incitar a la violencia postelectoral en la república islámica.
Reiss fue arrestada en Teherán el pasado 1 de julio en el aeropuerto de Teherán por cargos de espionaje y de incitación a la violencia cuando se disponía a abandonar el país, donde estuvo cinco meses impartiendo clases de francés en la ciudad de Isfahan. "Está acusada de recolectar información y de alimentar el desorden público", según la agencia semioficial de noticias Fars.
El Elíseo ha calificado estas acusaciones de "infundadas" y Sarkozy ha solicitado la puesta en libertad incondicional de Reiss.
La agencia iraní tiene constancia de otra mujer de ascendencia europea entre los detenidos, concretamente una empleada de la Embajada de Francia en Irán. En este sentido, el Ministerio de Exteriores francés sólo ha admitido que tiene constancia de una mujer franco-iraní que fue detenida temporalmente el pasado día 15 de julio y que habría sido liberada tres días después.
Reiss, por su parte, está siendo juzgada en estos momentos por un tribunal iraní junto a un grupo de simpatizantes moderados a los que se les acusa de organizar las protestas que estallaron tras las elecciones del pasado 12 de junio en las que el presidente Mahmud Ahmadineyad revalidó su cargo tras unos polémicos comicios.
La semana pasada, cerca de un centenar de simpatizantes de la línea política "moderada" en Irán, fueron acusados de varios cargos entre los que se incluye el de conspirar contra la seguridad nacional, lo que está castigado con la pena de muerte, según la ley iraní.
Entre los acusados se encuentran por ejemplo el importante periodista Ahmad Zeydabadi y moderados de gran peso político, como Ali Tajernia, Hedayat Aghaie, Shahab Tabatabaie y Javad Emam, según Fars.