El que fuera gerente y diputado autonómico del Partido Popular, Jesús González Barceló, ha sido el último declarante en la sesión matinal del juicio del 'Caso EMVICESA'. Ha ofrecido uno de los testimonios más llamativos del juicio, no tanto por lo que contaba sino por su peculiar modo de hacerlo, manteniendo además varios encontronazos tanto con el fiscal Alberto Penado De León como con Manuel De Castro, abogado de la acusación particular.

González Barceló advirtió a la sala que "tengo un TDAH y un trastorno obsesivo compulsivo bastante severos. De hecho, me he tenido que tomar cinco pastillas para estar aquí sentado". A lo primero que se enfrentó fue a la reproducción de una conversación telefónica con una compañera suya del PP que trabajaba en el Hospital. En los fragmentos de esta reproducción, solicitada por el fiscal, se escuchaba como admitía que "le he preguntado (a López) por la situación de gente necesitada, pero todo dentro de la ley. A este tío le habrán intervenido, y habrán visto que yo le escribo pidiendo información sobre personas. No he hecho nada", insiste.

En un momento señala que "me quieren hacer daño. Como no sea que el Frugui es un desastre que siempre está liado y ha cogido diabnero a gente”, dijo en referencia a uno de los personajes clave del caso, ya fallecido. "es un toxicómano y tiene necesidades. Es mi amigo y yo lo quiero un montón y lo he ayudado, pero es un toxicómano Hay gente que le ha pegado por quedarse con su dinero. Nadie me ha pegado”, admite.

Señala que "hay gente que está necesitada y yo le he tratado de ayudar, porque es mi obligación. Igual que hay gente a la que he mandado a Cáritas porque no tenía para comer. Seguramente, haya utilizado mi nombre para ganar dinero, algo que nunca va a confesar porque no podría mirarme más a la cara". Sobre Antonio López "Yo le pedí al presidente que destituyera a López antes de las Elecciones de 2011 porque me llegaba a mis oídos que se movía dinero". Su interlocutora le aconseja que "cojas todos los mensajes de WhatsApp y los transcribas a un papel por escrito".

Ya a preguntas del fiscal, González Barceló recordó que en la época de los hechos "yo tenía acceso a EMVICESA, pero como los otros veinticuatro diputados de la Asamblea. No sé si seré buena persona, pero tenía fama de ello porque daba mi sueldo como diputado en la Asamblea a gente que lo necesitaba. No entendía que por ir una vez al mes a levantar la mano a los plenos te pagasen un sueldo". Por ese motivo "la gente venía a mi despacho como gerente del PP". Sin embargo, no realizó estas gestiones en esa calidad, sino en las de diputado de la Asamblea.

Gente como un hombre "que me vino con fotografías de su casa apuntalada y cuatro hijos. Me dijo que había ido a EMVICESA y que no había obtenido ningún compromiso, por lo que entendí que le habían tangado. Otro me vino con fotografías de algo que traspasaba los límites de la humedad". Incluso "una de las gestiones que realicé era para comprobar que nadie se había metido en una cueva en el Hacho y le había hecho fotos". El caso "es que ninguno obtuvo viviendas, ninguno de estos estuvo en la lista fantasma, pero yo por el camino he perdido mi trabajo, mi padre, mi madre y mi matrimonio. De hecho, la única vez que mentí fue hace dos meses, porque mi madre se estaba muriendo y le dije que me habían sacado del Caso EMVICESA para que se fuera tranquila".

González Barceló pidió a Vivas que cesara "a López y a los gerentes de otras dos sociedades, pero él me dijo, y con razón, que no podía cesar a nadie en base a rumores". La impresión del ex gerente del PP "es que alguien quería hacer daño políticamente a Vivas".

Para el ex gerente del PP "lo que está claro es que siempre ha habido rumores,en el 95% infundados, sobre cosas extrañas en EMVICESA, incluso antes de que esta sociedad existiera". Incluso, en algún momento, llegó a declararse "en contra del Estado. Como seguidor de Javier Milei estoy contento", en un cruce con De Castro, en el que tuvo que mediar Fernando Tesón para que el asunto no se tornara en ingobernable, en unos segundos en los que salió a relucir desde la navaja de Okam hasta el Papa Bergoglio. La sesión quedó interrumpida por problemas en la grabación.

"Falté el respeto a Antonio López"

Previamente a la declaración  de González Barceló, intervino otra acusada que comenzó contando su historia personal. "A mi se me cayó el techo de mi casa con mi hija de cinco meses debajo. Tuve que llevar a la niña al médico, y a fuerza de ir a los plenos logré hablar con Vivas, que me derivó a Adelaida Álvarez y a Josefina Castillo. Estas me ayudaron y me dieron una vivienda pequeña, pero me conformaba con cualquier cosa".

Esa vivienda que le facilitaron "era pequeña, pero mi ex marido cobraba 900 euros y tenía financiada hasta la lavadora". Por ello acudió en varias ocasiones a EMVICESA. "Siempre pedía reunirme con Antonio, pero un día me enfadé y le falté al respeto, la verdad. A partir de ese momento, los mismos empleados que me atendían personalmente me pidieron que lo tramitase todo por papel".

El motivo de su enfado "es que me enteré que le estaban dando vivienda a gente de Marruecos, sin hijos, y yo con tres viviendo en una habitación que estaba interesada en permutar", dijo.