Opinión
Primero los de aquí
El pasado sábado, ciudadanos y ciudadanas de toda Europa nos movilizamos para exigir rutas legales y seguras para los refugiados. En resumidas cuentas, pedíamos algo tan básico, y a la vez tan revolucionario en estos tiempos que corren, como el cumplimiento de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, un escrito que debería ser la base fundamental de cualquier documento legislativo y que a los hechos opera, por desgracia, como mero papel mojado.