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David Mora y Daniel Luque, como en un tentadero

Dicen por aquí que algunas figuras, léase Morante, Ponce, Juli y Cayetano, no quieren aparecer por Logroño porque no le hace gracia el toro que sale en esta plaza. Para ellos es muy grande y no se justifica el esfuerzo. Se trata simple y llanamente de una patraña más de algunos toreros para no dar la cara allá donde se pide un puntito más alto en cuanto a seriedad y rigor. Leer


Daniel Barenboim, candidato al Nobel de la Paz 2011

El pianista y director de orquesta Daniel Barenboim cree en la convivencia pacífica entre los pueblos del mundo. Nació en Argentina en 1942 en una familia judía de origen ruso. Emigró con su familia a Israel con 10 años. Dos años después, se marchó a Austria para continuar su carrera musical. Continuó sus estudios en Francia, y, ahora, vive con su segunda mujer en Alemania. Tiene la nacionalidad española. Y es la única persona del mundo que tiene la ciudadanía israelí y palestina. Convivencia pacífica en Oriente Próximo A través de la música, Daniel Barenboim trata de fomentar el diálogo inte...

"Creí que iba a morir, pero luego me dije ¡Daniel, levántate!"

Daniel Rockhouse, minero de 24 años, cuenta que pensó en su propia muerte cuando el pasado viernes una explosión en una mina de carbón en Nueva Zelanda le sorprendió a dos kilómetros de la superficie. "Escuché un sonido similar a un disparo, pero mucho, mucho más fuerte", ha explicado. "La explosión me levantó del suelo y me lanzó contra la pared, golpeándome la cabeza contra las rocas". Cuando se incorporó, el monóxido de carbono comenzaba a invadir el túnel. "Entré en pánico y comencé a correr, pero no tardé en caer al suelo inconsciente por efecto del gas", ha relatado el joven trabajador, que aún así tuvo fuerzas para levantarse. "Pensé en mi mujer y mis hijos. Creí que iba a morir, pero luego me dije ¡Daniel, levántate!". En su camino hacia la salida se topó con otro compañero, Russel Smith, que se salvó por llegar tarde al trabajo. No obstante, Smith también estaba inconsciente y Rockhouse tuvo que reanimarlo con una bombona de aire comprimido. Vieron la luz a 300 metros de la superficie. "No me he sentido más feliz en mi vida", ha contado Rockhouse. Echaron un vistazo para ver si había señales del resto de sus 29 compañeros, pero no fue así. "Mire a Russel y le dije: creo que nadie más va a venir".

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