Opinión
La desbordante inflación que ha sufrido Europa en general y España en particular ha tenido varias respuestas. Una de las más populares y directas para influir en la cesta de la compra ha consistido en la bajada del impuesto indirecto, el IVA, para los alimentos básicos, pastas y aceites. Esta bajada hasta el 0% ha ayudado al alivio de los bolsillos de los consumidores a la vez que ha apoyado a los comerciantes de alimentación. Esta medida, que caducaba el 30 de junio, ha sido prorrogada por el Gobierno hasta final de 2023.