Cientos de ceutíes se han dejado ver este jueves por la plaza de Los Reyes para valorar las propuestas de las casi 30 empresas que se han adherido a la iniciativa
Un éxito. Pocas consideraciones como esa pueden servir para valorar de mejor manera la séptima edición de la siempre bienvenida Feria de Empleo Juvenil. El evento comandado por la Cámara de Comercio ha celebrado este 4 de mayo la que ha sido su segunda y última jornada por todo lo alto. Lo ha hecho inundando de ofertas de trabajo la plaza de Los Reyes, donde una treintena de empresas se han hecho hueco en horario matinal para tratar de seducir con sus propuestas a la denostada juventud caballa.
Karim Bulaix dijo el pasado 24 de abril estar "convencido" de que la iniciativa lograría alcanzar el atrevido monto de 300 vacantes. Diez días y varias gestiones después, el presidente de los empresarios ceutíes puede decir, orgulloso, que su convencimiento ha resultado ser todo un acierto.
Lo que también ha pasado del dicho al hecho ha sido la pretensión de llevar a la práctica la sostenibilidad. El papel ha pasado a mejor vida; todos los candidatos han enviado sus respectivos currículums vía online a través de una plataforma habilitada al efecto. El método ha sido posible gracias a esos códigos QR que han llegado a nuestras vidas para facilitarnos las cosas (tanto a los nativos digitales como a aquellos que reniegan de la tecnología). ¿Encontraste algo que te llamó la atención? Genial. Tan fácil como sacar el móvil, abrir la cámara y escanear. Así. Sin más.
El catálogo de ofertas ha sido de lo más variopinto: camarero, cocinero, auxiliar administrativo, profesor de inglés... Todo -absolutamente todo- ha tenido cabida en esta feria de auténtico récord. No obstante, las propuestas que más interés han despertado entre los postulantes han sido las relacionadas con el mundo digital. Dentro de ese nicho, Rossellimac se ha subido a lo más alto del podio (claro, ¿a quién no le gusta Apple?). El distribuidor oficial de la marca de la manzana ha puesto fin a su periplo en el evento con una cartera de varias decenas de candidatos a ocupar un puesto de comercial y otro, de técnico de reparación de equipos. Casi nada.
La otra gran protagonista ha sido la hostelería. Restaurantes tan conocidos como el Domino's Pizza, El Rincón de Rosi y el aclamado Oasis han tenido su minuto de gloria para sacar a relucir sus bondades ante los cientos de paseantes. Los ofrecimientos han resultado, en suma, en un acto del que pocos se han marchado insatisfechos. Como dijo Julio César, 'la suerte está echada' (y nunca mejor dicho).
Entre tanto formalismo, también ha habido tiempo para la diversión. El ala este del recinto ha estado ocupada por un buen puñado de stands en los que los más atrevidos han tenido ocasión de aparcar durante un rato la seriedad. La propuesta estrella, sin duda, ha sido la realidad virtual. Una entretenida simulación sobre derribo de drones ha hecho las delicias de los más curiosos, curiosos que no han dudado en sumergirse de lleno en el metaverso para -pistolas en mano- destruir aeronaves asesinas sin miramiento alguno.
Paradójico o no, los drones (los de verdad) se han instalado a pocos metros de su némseis. La empresa Drones Ceuta ha exhibido a pie de calle algunos de sus más modernos aparatos voladores para mayor regocijo de los aficionados al mundillo (sin miedo a posibles ataques por parte de los de al lado, todo hay que decirlo).