El viernes 23 de enero en el pub Divine del Poblado Marinero el subdirector general de Menores, Luis María Fernández, se dirigió hacia el responsable de Comercio, hostelería y Turismo de Comisiones Obreras, Juan Antonio Alonso. Le preguntó si era de Comisiones Obreras y ante la respuesta afirmativa y sin mediar más palabra expresó con violencia física sus sentimientos tras la denuncia del sindicato, eso según la versión sindical.
En la trifulca también salieron mal paradas dos afiliadas del sindicato que acompañaban a Alonso y más personas. Ya fuera del pub se reprodujeron los hechos, Fernández también tiene parte de lesiones. La Policía Local también llegó a denunciar al subdirector general de menores por resistirse.
¿Se celebrará la vista?
Todos estos hechos y denuncias cruzadas quedaran resueltos mañana si se llega a celebrar la vista. Y es que por el camino Comisiones Obreras ha recurrido dos veces las decisiones judiciales adoptadas.
El lunes 26 de enero se debía haber celebrado la vista, un juicio rápido, que podría haber esclarecido los hechos. El mismo lunes que Juan Vivas y Pedro Gordillo ratificaban en su puesto al subdirector general de menores a pesar de la supuesta agresión a tres personas por el mero hecho de pertenecer a un sindicato, dos de ellas mujeres.
La jueza aplazó el juicio hasta este jueves 12 de marzo debido a la saturación del juzgado. Comisiones recurrió entonces el aplazamiento. La Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que un juicio rápido no se puede aplazar más de una semana, según explicó el letrado de Comisiones Obreras, Aureliano Martín.
La respuesta de la magistrada sorprendió aún más al sindicato. En su escrito hablaba de intención del sindicato de politizar la causa y sacar rédito político al haber aparecido un nutrido grupo de periodistas a cubrir la vista.
De las palabras de ese escrito el sindicato dedujo animadversión manifiesta hacia una de las partes y pidió la recusación de la magistrada. Recusación que no se ha concedido. La respuesta convence a medias al sindicato que entiende de buena fe que la propia jueza ha negado su animadversión y ha rebajado el tono de sus palabras, aún así el sindicato quiere aclarar el asunto en la propia vista. Y no descarta volver a aplazar el juicio e insistir en que sea otro juzgado el que lleve el caso.