ANIVERSARIO

Un año de la no corrida de toros: cronología de un capricho accidentado

Un año de la no corrida de toros: cronología de un capricho accidentado
De izquierda a derecha: Juan Sergio Redondo, Sebastián Ritter y Carlos Rontomé / Archivo
De izquierda a derecha: Juan Sergio Redondo, Sebastián Ritter y Carlos Rontomé / Archivo

Tercera Ley de Newton: "Toda acción genera una reacción de igual intensidad, pero en sentido opuesto". La teoría del bueno de Isaac era, en un principio, de aplicación al campo de la física y nada más que de la física. No obstante, los caprichos del lenguaje acabaron haciendo de la célebre consigna 'acción-reacción' una locución de uso válido para casi cualquier ámbito de la cotidianidad (política incluida).

Casi igual de conocida -si no más- es la hipótesis de Albert Einstein que dice que el tiempo es relativo y que este "se mueve a diferentes velocidades en función de la posición y el movimiento de los observadores". Pese a que la historia que ha propiciado la elaboración de este modesto artículo está lejos de poder ser catalogada como 'ciencia', la cosa requiere de mucha erudición.

Hace hoy justo un año y un mes, Ceuta amanecía con la noticia de que la tauromaquia volvería a la ciudad autónoma más pronto que tarde (ahí, el tiempo). El anuncio, claro está, trajo consigo una interminable sarta de dimes y diretes, una que dio paso a una polémica de la que se conocen pocos precedentes y que, a buen seguro, tú, querido lector, recordarás por sus muchas, muchísimas aristas, réplicas y contrarréplicas (ahí, la reacción).

Pongámonos en contexto: Ceuta, 19 de agosto de 2022; la pandemia, finiquitada; las autonómicas, a la vuelta de la esquina; Juan Vivas, amenazando con no presentarse a ellas; Mabel Deu, envuelta en el escándalo devenido a raíz de la indebida repatriación de 55 menores marroquíes... Y va una empresa privada y lanza la bomba: los toros de lidia regresarán a la Perla del Mediterráneo (y no precisamente para alimentarse de nuestros pastos...).

La noticia se instalaba de manera inmediata en las cabeceras de todos los medios de la ciudad el mismo día de su revelación. Lo hacía a remolque de Mundo Toro, una gaceta especializada en la milenaria práctica del toreo que hizo las veces de exclusivista. "Los toros vuelven a Ceuta 27 años después", reprodujo a posteriori este digital, aclarando que se trataba de "una iniciativa privada con motivo del centenario de la Legión".

El hecho noticioso radicaba en que, a diferencia de lo sucedido en tantas y tantas ocasiones similares en las que la cultura del resto de España desembarca en Ceuta, la Ciudad iba a permanecer totalmente ajena al evento: la promotora no encontraría en la Administración ni colaboración ni muchísimo menos ayuda económica; Taurohispania Milenium estaba sola ante un peligro que pareció no ver en ningún momento.

La primicia vino acompañada de una incógnita que, a la postre, terminó convirtiéndose en el germen de todas las discordias que estaban por venir en el plano institucional: la corrida se llevaría a cabo "en una ubicación aún por determinar". Es justo ahí donde entraba -aun no queriendo- el Gobierno local.

Las primeras reacciones no tardaron en copar el debate público. Tres décadas sin toros son muchas décadas sin toros. Taurinos o no, los ceutíes llevaban (llevan) demasiado tiempo totalmente ajenos a los festejos de esta naturaleza, por lo que la polémica estaba más que servida.

La más inmediata de las controversias emanó del hecho de que Ceuta está catalogada como 'Ciudad libre de maltrato animal' desde el año 2016. A finales de ese mismo curso, el Pleno de la Asamblea acordó por unanimidad prohibir los espectáculos en los que hubiera animales de por medio. No en balde, al estar la tauromaquia protegida a nivel constitucional, la norma aprobada por la sede del poder legislativo ceutí quedó poco menos que en papel mojado: había, por tanto, luz verde para el celebrar el evento.

Pleno Asamblea julio 2023 expediente modificación de crédito debate Hacienda
El Pleno de la Asamblea, durante una votación a mano alzada / Alejandro Castillo

Los animalistas caballas vieron en la posibilidad de que, efectivamente, los toros volviesen a nuestra salada tierra una afrenta de dimensiones bíblicas. A este respecto, un tal Daniel J. Marcos Fortes se apresuró en tomar la iniciativa e iniciar una recogida de firmas con la que presionar al Ejecutivo para que no autorizase el suceso. Al cierre de la recolección, habían secundado la propuesta un total de 4.978 valientes.

Parte de la clase política ceutí salió también a la palestra. La siempre combativa Fatima Hamed reaccionó a la noticia con un clarificador "aquí, para atrás como los cangrejos". "Será que no hay otra forma de homenajear a la Legión", ironizó la líder de MDyC a través de su perfil oficial de Twitter. A ella, se sumó Julia Ferreras. La actual diputada en la Asamblea por Ceuta Ya! sacó a relucir -también, por medio de la antigua red social del pájaro azul- el extracto del BOCCE que declara a Ceuta como 'Ciudad libre de maltrato animal'.

Twitter de Fatima Hamed
Tweet de Fatima Hamed tras la noticia de la eventual corrida de toros / Archivo

El 20 de agosto, la plataforma 'Soy tu voz' amenazó públicamente con alentar unas movilizaciones que, finalmente, nunca se produjeron. La polémica llegó a cotas tales que un senador de Compromís vio necesario llevar la cuestión a la Cámara Baja. Allí, preguntó al Gobierno de la nación, entre otros asuntos, por las medidas que tenía previsto adoptar en aras de "la erradicación del maltrato animal". "¿Por qué tiene un toro que ser asesinado para conmemorar el centenario de la Legión?", interpeló el parlamentario.

La cosa pasó de castaño a oscuro en cuestión de horas; tanto, que la Comandancia General tuvo que salir a escena para desmarcase por completo del festejo. El gremio militar emitió un breve comunicado echando balones fuera: "Se trata de una iniciativa privada en la que no ha existido ninguna vinculación por parte de la Comandancia General ni el Tercio Duque de Alba".

Los impulsores de la recogida de firmas contraria al evento pronto vieron cómo les salía competencia: un grupo de "españoles de pro" llevó a Change.org una iniciativa diametralmente opuesta a la de los animalistas. "Que se enteren estos modernos de qué es lo que queremos la gente de toda la vida", rezaba la exposición de motivos. El resultado: 210 peticiones.

Entre tanta diatriba y juicios de opinión, por fin, se supo que el glorioso encargado de enfundarse el traje de luces en esa futurible corrida sería Sebastián Ritter, un matador de origen colombiano que profesa una desacomplejada devoción hacia todo lo que tiene que ver con el credo de Millán Astray. Así contado, parece una película de Spielberg, pero... Nada más lejos de la realidad.

Sebastián Ritter, en el Puerta de África / Javier Sakona
Sebastián Ritter, en el Puerta de África / Javier Sakona

La promotora y el apoderado de Ritter se pusieron manos a la obra en la búsqueda de un emplazamiento en el que poder dar rienda suelta a las estocadas y los banderillazos. Tras varias jornadas en absoluto silencio, el Gobierno de Juan Vivas se pronunció, por fin, a propósito de la organización de la lidia. El área que en aquel momento encabezaba Carlos Rontomé aseguró que, al tratarse de "una actividad lícita, legal y reglada", no iba a oponerse a su celebración, mas sí a su desarrollo en La Marina. El parque urbano quedaba, por tanto, descartado. Misma suerte correría el terreno portuario solicitado por la empresa, cuya cesión fue denegada por motivos legales.

Banco de Alimentos Pedro Mariscal nueva nave sede obra construcción
Solar de dominio portuario en el que quedará edificada la nueva nave del Banco de Alimentos / Alejandro Castillo

Para sorpresa de muchos, VOX no entró al trapo hasta cuatro días después de producirse el anuncio. En el beligerante rol que se le suponía y supone, el partido afirmó que la Administración estaba tratando de "boicotear" la corrida, arguyendo que Vivas y sus consejeros se habían alineado "en contra de las tradiciones españolas". En esta línea, los ultraderechistas adelantaron que solicitarían a la Ciudad los expedientes de todos los eventos realizados en el parque Juan Carlos I "a lo largo de la última década" para -decían- "conocer cuál había sido entonces la posición del Ejecutivo".

Vista la imposibilidad de torear en puerto y Marina, Taurohispania Milenium pidió utilizar las Murallas Reales para ver materializado su anhelo. Las trabas burocráticas derivaron, consecuentemente, en un obligado aplazamiento de la novillada, que pasó de estar fechada el 19 de septiembre a tener que realizarse "a mediados de octubre". La idea, en cualquier caso, seguía siendo montar una plaza portátil.

Poco antes del Día de la Autonomía, Rontomé reveló a la prensa que su Consejería recibió "una solicitud de la empresa sin ningún tipo de documentación". La instancia en cuestión fue remitida a través de la Sede Electrónica de la Ciudad "no para solicitar un espacio, sino para pedir la autorización con la que poder desarrollar el evento". Pese a que el ente público instó a la mercantil a aportar los documentos faltantes, esta última no llegó nunca a hacer tal cosa. Horas después, Cultura desestimó la petición con la que Taurohispania quería hacer del antiguo Ángulo escenario de la lidia. ¿El pretexto? La ley: "No podrá realizarse obra o instalación alguna que afecte directamente al Conjunto Monumental o a cualquiera de sus partes integrantes o pertenencias sin la aprobación de la Comisión de Patrimonio".

Mercado Medieval Murallas Reales 2023 artesanos
Las Murallas Reales, poco antes del Mercado Medieval de 2023 / Alejandro Castillo

Ya con los expedientes solicitados en su poder, VOX volvió al ataque (literalmente). Juan Sergio Redondo convocó a los medios en el Palacio Autonómico para insistir en su tesis del bloqueo. Entre las constantes acusaciones de mentiras, engaños y estafas hacia el Ejecutivo, el recién estrenado portavoz parlamentario dejó entrever que tenía pruebas que confirmaban ese supuesto "boicot deliberado". "Lo iremos sacando todo más adelante", avisó. Nunca más se supo nada al respecto. La guinda la puso servidor justo antes de la conclusión de la rueda de prensa. Preguntado por el que escribe estas líneas sobre si era o no taurino, Redondo optó por escurrir el bulto. "Mi familia lo ha sido", esgrimía, rozando la compunción. Él, nunca lo sabremos (aunque todo parece indiciar que no). A continuación, el momento:

El mismo día en el que el cabeza de lista de VOX hizo suya la sala de prensa del ayuntamiento, Rontomé lanzó su particular réplica. La intención del entonces vicepresidente segundo no era otra que responder a las "falsedades" vertidas por el partido de ultraderecha, al que acusó de "provocar constantemente" y de buscar "confrontar a los ceutíes". "Da una idea de la talla de la formación y de su propio líder", atizó el exconsejero, quien veía en la celebración o no de la corrida "un tema menor".

Carlos Rontomé muestra los documentos d ela solcitud para una corrida de toros
Carlos Rontomé, durante el transcurso de una rueda de prensa / Javier Sakona

La promotora, callada desde hacía más de una semana, volvió a ponerse ante los focos para meter presión a la Ciudad. Ya con la plena seguridad de que el evento tendría que llevarse a cabo en octubre y no en septiembre, el máximo responsable de Taurohispania Milenium, Esteban Díaz, confirmó públicamente que había solicitado una reunión formal con las autoridades competentes al objeto de "consensuar un espacio adecuado". Ese mismo llamamiento al consenso vino seguido de lo que fue una amenaza velada en toda regla: "Confío en que los responsables cumplan con su obligación legal de conservar, promocionar y fomentar la tauromaquia como patrimonio cultural de todos los españoles, así como de tutelar el derecho a su conocimiento".

Sebastián Ritter y Esteban Díaz, durante una rueda de prensa en el Puerta de África / Javier Sakona
Sebastián Ritter y Esteban Díaz, durante una rueda de prensa en el Puerta de África / Javier Sakona

Escaldada, la mercantil salió de Ceuta para patalear en la distancia -desde Madrid- por lo que consideró "un ataque a la tauromaquia en territorio español", argumentando que, en Ceuta, se pretendía "erradicar las tradiciones españolas". "Después de varios meses de negociaciones con las autoridades ceutíes, la promotora y el espada recibieron una repentina negativa para obtener los permisos de localización, imposibilitando la opción de emplazamiento en todos los espacios previstos e impidiendo todas las alternativas", se quejaron desde Taurohispania.

A la vista de que ni la Ciudad ni los legionarios objeto de homenaje mostraron interés alguno por hacer de la novillada una realidad, la promotora tiró la toalla. Sin embargo, lo que parecía una capitulación total y absoluta, acabó degenerando, poco más tarde, en un intento por resucitar el asunto. A finales del pasado mes de noviembre, Esteban Díaz y sus acólitos se dirigieron por escrito a la Administración local para que esta les indicase posibles espacios en los que celebrar el evento. En enero de este mismo año, la organización señaló que, hasta ese mismo momento, aún no había recibido respuesta alguna.

Por fortuna para el grueso de la ciudadanía caballa, el tema parece haber quedado enterrado de por vida. Será así, al menos, salvo que a Taurohispania le dé otra vez por revivir fantasmas del pasado. Por mucho que eso pueda suceder, una cosa parece clara: Ceuta es y seguirá siendo espacio libre de tauromaquia, algo de lo que muy pocas regiones de España pueden presumir.

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