No hay motivos
El Gobierno del Partido Popular, encabezado por Juan Vivas, ha protagonizado una de las páginas más tristes y desafortunadas de la Historia de la democracia reciente en esta ciudad. Una actitud incomprensible y carente por completo de motivos lógicos y razonados ha llevado a los 19 diputados del PP a negarse a condenar una actividad tan deleznable como el espionaje ilegal a civiles por parte de la Inteligencia militar. El posicionamiento del Gobierno, que intentó defender la portavoz Yolanda Bel de forma atropellada y altanera, sin éxito alguno, no es concebible ni mucho menos aceptable en el seno de una sociedad democrática.